Divisiones

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CAPITULO. 14

MEGAN

Nate conduce hacia un lugar que desconozco, con los audífonos puestos para no escucharme porque "Mi voz es irritante" según él, ya que el muy idiota no quiere decirme para donde vamos, miro por la ventana insultando mentalmente a Nate cuando un camión de vacas se nos acercaba mucho, después del accidente me pongo muy nerviosa cuando algo se acerca demasiado al auto, así que no lo pensé dos veces y dejé salir la dama que hay en mi.

-¡Ey! tú. -Me coloco de rodillas sobre el asiento y señalo al sujeto que manejaba, el cual se señala a sí mismo preguntándome si era con él.

-¡No, con la vacas que transportas idiota! -Grito irónicamente. Nate me jala del brazo para sentarme nuevamente.

-¡Emi!. .Agh, ¡Megan!. -Me reprende colocándome el cinturón de seguridad. -Quédate quieta y sentada sin hacer nada infantil o te juro que te pondré con la vacas y le pediré al sujeto del camión que te lleve por mi.

Parece mi padre.

bufo mirando de nuevo hacia la ventana y noto que el sujeto vuelve a acercarse. -¡Deja de hacer eso! -Grito con mi voz chillona.

Y lo menos que pienso que sucederá, sucede, el sujeto se detiene bruscamente mirando a la nada causando un choque por los autos que venían atrás de él.

Nate cierra mi ventana con el botón que se encuentra en la suya y luego me mira, pero no sé exactamente que expresión es esa, ¿Terror, incomodidad, molestia?

Finalmente llegamos, bajamos del auto y me doy cuenta de que ya es de noche, no puedo creer que el tiempo pase tan rápido, menos mal que mi madre piensa que estoy en el hospital o de lo contrario ya estaría repartiendo volantes de desaparecida con mi foto en ella.

La mansión es hermosa toda blanca con un jardín repleto de pinos y diversas flores, una fuente en la entrada nos da la bienvenida con luces y agua saliendo de una escultura blanca de una mujer de los tiempos de antaño. Estoy tan maravillada con lo que veo que no me había dado cuenta de que Nate me miraba con ternura.

-¿Qué? -preguntó.

Él sólo me ignora y camina hacia la enorme puerta, antes de tocarla una chica la abre y se lanza encima de Nate abrazándolo y besando varias veces su mejilla, cuando se separan por fin notan mi presencia, ella me mira con algo de temor como si nos conociéramos.

Esperen, si la conozco, es la chica que estaba en el instituto. ¿Conoce a Nate?, ¿Ésta es su casa?, ¿Venir a verla era lo que tenía tan importante que hacer Nate que no podía cuidarme?, ¿Por qué me hago tantas preguntas mientras ambos me miran como si esperaran una respuesta?

Nate se aclara la garganta, por lo que yo reacciono y lo miro. -Megan, ¿vas a responder tu teléfono?. -Dijo mientras en mis bolsillos sonaba Crank it up (de David Guetta.)

Mierda, no me había dado cuenta.

Reviso mi teléfono viendo la foto de Kevin sacando la lengua.

Llamada entrante de: West de la señora Cooper.

No imagino quien pudo haber cambiado el nombre de Kevin en mi teléfono. Nótese el sarcasmo.

-Es Kevin, debe ser por Sidney. -Digo mirando a Nate acusándolo, ya que es su culpa que no esté allá. -Si terminas rápido lo que tienes que hacer me dará tiempo de ver a mi amiga. -Digo modulando cada palabra y mirando a su amiga.

.

Al pasar, nos dirigimos a una oficina y Nate me dijo que ya volvería y me quedara ahí Tranquila, no sin antes devolverse y repetírmelo avergonzándome con su amiga, la cual se presenta como Lyra, estrecha su mano con la mía pero manteniendo su pose rígida e incomoda.

Oh créeme, yo tampoco me siento cómoda contigo.

-No me siento incomoda, solo me parece curioso que yo sepa más de ti, que tu misma. -Dice ella pero con un tono amigable esta vez.

Demonios lo dije en voz alta.

-No es algo nuevo para mi. -Digo con una mueca. -Aunque no voy a negar que me gustaría saber más.

Lyra se pasea por la oficina deteniéndose frente a cuatro escudos. -Nate me dijo estrictamente que no te dijera nada sobre ti.

Eso me desilusionó, al parecer nunca sabré nada de mi, no importa que recuerde siempre quien soy, si nunca lo supe en realidad.

-Pero no dijo nada sobre nuestros antepasados. -Dice encogiendo los hombros y sonriendo.

Camino hacia ella deteniéndome a su lado mirando los escudos, pero esta vez pude notar sus colores. El primero es blanco brillante con un ave blanca con negro y un pico largo.

-Es una avoceta. -Me informa Lyra. -Estos escudos representan las divisiones de nuestro mundo.

-Creí que el mundo se dividía por continentes.

-Me refiero al mundo que crearon nuestros antepasados, es el mismo mundo, solo que nos referimos así porque tenemos leyes distintas. -Ella señala una pared en la que se encuentran varios cuadros en orden, de manera que contaban una historia.

-Hace siglos, las personas nos etiquetaban como fenómenos, bestias e incluso demonios, lo cual claro está, que no lo somos, en el mundo solo habían cinco personas con la capacidad genética que le permite al cerebro almacenar tanta información, como momentos insignificantes, o grandes resultados matemáticos y aún así recordarlo después de morir. Ellos crearon lo que conocemos como las divisiones, con el propósito de protegernos de las personas.

O proteger a las personas de nosotros. Pienso pero no lo digo.

-¿Pero no deberían ser cinco escudos?. -Pregunto.

-A eso iba, solían ser cinco divisiones; La primera que viste fue la división Vostock de la cual vengo, la segunda del escudo Celeste con un Zorro blanco, son los Kalibati, dejaré la tercera para el final, la cuarta de color vinotinto con la gacela, son los Waycan, de ahí es Nate, bueno, era..

Lyra se queda sumida en sus pensamientos, camino hacia la biblioteca, esta contiene varios libros pero uno llamó mi atención era mediano y no muy grueso, la portada es dorada con negra y el título dice: División Horinger en letra cursiva.

-Em.. Lyra, ¿Cual es la división Horinger?.

Eso parece sacarla de sus pensamientos y me sonríe como disculpa. -Oh, lo siento Megan, me perdí por un momento, se que quieres saber pero recuerda que solo te diré lo que crea que debas saber.

Ahí vamos otra vez, que tienen con creer lo que necesito saber, ella y Nate son muy parecidos en ese aspecto.

-Cuando éramos niños el padre de Nate nos contó que era la división principal, por eso dejé la tercera para el final, de esas cinco personas dos se enamoraron y juntaron sus divisiones la Dacaster y Horinger, por esa razón son los que rigen entre las demás divisiones.

-¿Puedo conocer a los del consejo?. -Pregunto. Eso pareció molestarle, no respondió, solo salió de la oficina dejándome sola.

El tiempo se me hace eterno, comienzo a pasear por la oficina tocando todo lo que llame mi atención, el libro de los Horinger sigue sobre el escritorio.

Si ellos no van a contarme, tengo que averiguar por mi cuenta, que tengo que ver yo con todo esto, quien dice que ese libro no salga.

Agarro el libro y lo coloco en mi espalda, por debajo de mi blusa sujetándolo con un cordón de mis zapatos, bien solo falta tapar un poco la forma rectangular en mi espalda. Volteo mi mirada a diferentes lados de la oficina buscando una solución.

Detrás de la puerta hay una chaqueta, no lo pienso dos veces y me la coloco, estoy tan nerviosa que siento que en cualquier momento comenzaré vomitar por todo el lugar.

Tranquila Megan, solo dirás que tenías frío, Nate lo entenderá.

Claro que lo entenderá.

Inmortal (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora