Capítulo 1; La Orden del Fénix

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Charlie y Bill Weasley habían regresado de sus trabajos en el extranjero con el único propósito de servir debidamente a la Orden del Fénix comandada por Albus Dumbledore

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Charlie y Bill Weasley habían regresado de sus trabajos en el extranjero con el único propósito de servir debidamente a la Orden del Fénix comandada por Albus Dumbledore. Para Bill no había sido un sacrificio el volver a casa, las cosas en Egipto no iban del todo bien y el banco para el que trabajaba había comenzado a quebrar desde principios de año, por lo que únicamente pidió su traslado a una oficina inglesa para trabajar y al mismo tiempo ayudar a la Orden. No era lo mismo para su hermano Charlie, porque tuvo que dejar todas sus diligencias en Rumania junto a todos sus bellos dragones; el viaje hacia el Grimmauld Place había sido complicado porque, a pesar de no extrañar nada de los países de los que volvían (a excepción de los dragones de Charlie) pudieron acostumbrarse rápidamente al ritmo de vida tranquilo y anti Voldemort del que la comunidad mágica inglesa estaba viciada.

Ambos hermanos fueron bien recibidos por su madre Molly Weasley, con lágrimas en los ojos les abrazó tan fuerte como pudo invitándoles a pasar a la habitación más alejada posible. Bill recordaba el Grimmauld Place muy vagamente, la única ocasión en la que pudo poner un pie dentro fue cuando Dumbledore les pidió ayuda para desalojar las habitaciones y convertirlas en espacios libres de maldiciones en los que pudieran hablar tranquilamente de los asuntos clasificados de la Orden.

No importa cuántas veces limpiaran aquel lugar, la antigua casa de los Black permanecería siempre con ese aspecto grisáceo y el olor rancio de la madera gastada. Sirius no parecía tener intenciones de renovar sus partes caídas –que eran bastantes- sino que parecía el disfrutar ver como aquella casa se derrumbaba a pedazos. Como quiera que fuese, Bill pensó que cualquier lugar era bueno para planear las alocadas jugadas que Albus Dumbledore tenía en la cabeza.

La sala estaba repleta de personas que Bill había conocido antes por medio de cartas que su madre le enviaba informándole del progreso de la Orden; Dumbledore pensó que la mejor manera de tomar ventaja ante el ejército oscuro de Voldemort era reclutar a magos que estuvieran dispuestos a dar su vida por proteger a la comunidad mágica. Sorpresivamente llegaron más personas de las que Bill pudo imaginar además de todos esos magos y brujas que ya eran parte de la asociación desde hace años.

Tomando asiento a un lado de la puerta, Bill y Charlie pudieron reconocer la silueta de Nymphadora Tonks. No es que fuera muy difícil reconocerla pues su cabello corto y lacio de color rosa chicle sobresalía entre todos los demás. La metamorfomaga logró reconocer a los recién llegados enviándoles una cálida sonrisa antes de pegar su mirada en la puerta.

Charlie codeó el hombro de su hermano

—Buena la que se ha cargado esta vez Dumbledore, ¿Verdad? Mira que hacernos venir por asuntos de la Orden...

—Era necesario—Le cortó Bill mirándole por el rabillo del ojo— Sí sabes lo que está pasando con El-que-no-debe-ser-nombrado, ¿no es así? —Charlie negó— Es un verdadero desastre y lo sabrías si no pasaras tanto tiempo con tus dragones

—No las metas en esto

— ¿Ahora son unas ellas?

—Sí, este mes nos llegó un cargamento de Vipertooths peruanos y no sabes, hermano, son preciosas

Light is coming¹[Bill Weasley] LUNAE LUMEN SAGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora