Capítulo 21: "La importancia de los dulces de limón"

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Lara no recibió una carta de Bill ni siquiera dos días después

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Lara no recibió una carta de Bill ni siquiera dos días después. Él debía seguir molesto para no tomarse el tiempo de escribirle como hacía diariamente, sin embargo no lo culpaba, para esas alturas, Bill ya debería saber sobre el Ejército de Dumbledore gracias a Sirius, lo que hacía aún más difíciles las cosas.

Decidió entonces que no asistiría a la primera clase del día, no tenía ni el humor ni las ganas de enfrentarse a Umbridge una vez más únicamente para que la mujer de rosa le ordenara cosas e hiciera que Lara vigilara a los alumnos mientras ella se encargaba de redactar otro de sus decretos educacionales. Era un hecho que Umbridge le castigaría de nuevo, pero Lara quería asumir el reto y alejarse de ella lo más que pudiera.

Lara no quería aceptar que la pelea con Bill le había afectado más de lo que había esperado, el sábado por la tarde, cuando llegaron de su paseo por Hogsmeade, Lara caminó directo a su habitación en Slytherin y se encerró en ella hasta el domingo por la tarde, cuando Cécile y Nymphadora la sacaron a rastras para poder hablar tranquilamente mientras tomaban la merienda. Les contó lo que había pasado y, cuando Cécile intentó mirar en el futuro de Lara para saber que le depararía en su relación con Bill, ésta soltó un grito mientras tomaba a su mejor amiga por los hombros

— ¡¿Qué has hecho?! —Le gritó en la cara, incapaz de contener el temor que se alojaba en el centro de su estómago. Lara sacudió la cabeza sin entender

—No sé de qué hablas

— ¡Tu numerología! ¡Desapareció! —Lara quedó aturdida por sus palabras. Dora escupió el jugo de manzana que bebía sobre la mesa—Se fue, ya no está, dime, ¿Qué fue lo que hiciste?

— ¡Nada! —Se defendió— Absolutamente nada

—Imposible. Es... justo como Dumbledore, ambos me han bloqueado la entrada a su aura

—Cécile, ¿cómo podría...?

Pero Cécile Brodeour no le había dejado terminar la frase cuando se puso de pie y les dejó solas en el gran comedor, alejándose dando pisotones y con las manos tensas en un par de puños. Lara exhaló, sin entender que es lo que había sucedido.

En ese momento pensó en lo que Bill y ella habían hablado sobre el tema, haciendo que la realidad le cayera como un balde de agua helada. Bill mencionó que era casi imposible que alguien escondiera su futuro, a menos que fueras un mago muy poderoso para realizar un hechizo tan complejo, sin mencionar, claro, que la otra opción era la muerte.

Un espasmo le recorrió la espalda al imaginar que, si ella no había hecho nada para esconder su numerología, entonces eso podía significar que su muerte estaba a la vuelta de la esquina; quizá por eso su futuro no mostraba nada más que un profundo vacío y oscuridad. Lara, con un terrible sentimiento de melancolía salió de su alcoba con rumbo a la oficina de Albus Dumbledore.

Necesitaba saber que era lo que pasaba, Lara sabía que Dumbledore era la única persona que podría ofrecerle una respuesta y, si era verdad que Lara iba a morir, entonces le pediría el saber porque jamás intentó ayudarle con sus poderes.

Light is coming¹[Bill Weasley] LUNAE LUMEN SAGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora