(R-18) Es más resistente de lo que parece, ¿verdad? #4

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Cuando volví hasta su casa él se encontraba esperándome en la puerta.

Yo estaba tan enfadado con él que mi primera acción una vez le tuve lo suficientemente cerca fue levantar la mano. Ho Seok, en respuesta, cerró los ojos y giró la cara, resignado a lo que venía. Sin embargo, yo no fui capaz de golpearle en la cara, no con lo bonita que la tenía, y mi puño terminó por aterrizar en su hombro.

-Maldito idiota -le largué con vehemencia. Era demasiado obvio que estaba enfadado.

Me adentré en la casa, Ho Seok me siguió y cerró la puerta tras de sí.

-Lo siento -murmuró-, he roto mi promesa.

-¿Mi? ¿En singular?

Reí de forma irónica. No quería ser brusco con él, pero me costaba con lo idiota que se estaba comportando. ¿Siempre había sido así de irresponsable, así de terco, así de infantil? Quería chillarle tantas cosas...

-Digamos que podríamos desglosarlo. 

Rió, con esa risa tan molesta que tenía. Realmente... ¿realmente había sido siempre así de molesta? En ese instante cualquier cosa que hubiese venido de él me hubiese irritado hasta decir basta. Su forma de reír, que normalmente me resultaba tierna, en ese instante era una de ellas.

-¿¡Cómo que vas a dejar las clases!? -espeté con vehemencia-, ¡te vas a graduar en seis meses! ¿¡Qué estás haciendo!?

-¿¡Qué más da!? -respondió él con rapidez-. No voy a poder ir a la universidad contigo así que qué más da, Joo Heon. Qué más da.

De repente dejé de sentirme enfadado. De golpe toda esa agresividad que sentía dentro, esas ganas de romperlo todo, se desvanecieron como si una ráfaga de viento se las hubiese llevado. De nuevo lo único que sentía en mi cuerpo era un ligero temblor que me recorría entero y un dolor en los ojos que me indicaba que las lágrimas deseaban volver a salir. Tenía los nervios a flor de piel.

-¿Qué...? -murmuré.

-Me voy a mudar -respondió.

Mi respiración se aceleró abruptamente tras que esas palabras saliesen de su garganta sin aviso, como un terremoto que lo rompió todo y me dejó sin sensibilidad en las manos.

Me acerqué con prisas mientras negaba con la cabeza, le agarré de la camisa. Mis dedos temblaban con violencia, aunque no fue hasta que estreché aquella prenda entre mis dedos que me percaté de tal cosa.

-Tú no vas a ir a ninguna parte. 

No era una pregunta, no era una súplica, no era un deseo desesperado. Era una orden. Contundente, clara. Él no iba a irse a ningún lado, él no iba a dejarme. Lee Ho Seok, la persona de la que yo estaba perdidamente enamorado desde hacía demasiados meses, quizá un año, quizá dos, no iba a alejarse de mi lado y romperme el corazón de esa manera.

-No es algo que tú puedas-... 

No planeaba dejarle terminar esa frase. No iba a hacerme más daño esa tarde.

No supe de dónde saqué el impulso, de dónde saqué la determinación, pero hice chocar mis labios contra los ajenos para callarle. Su espalda impactó contra la pared, le atrapé entre ésta y mi cuerpo.

Ladeé la cabeza, abrí la boca más. Él suspiró sobre la mía antes de deslizarse hacia el suelo con sus manos en mi pecho, apretando mi camisa entre sus dedos con confusión palpable por la situación tan repentina.

-Cállate -espeté tras separarme-. Prometiste no abandonarme, no vas a romper eso -le dije con seriedad, casi enfado.

Intentó responderme algo, pero tal y como abrió sus labios para hacerlo le cubrí con la diestra los mismos mientras mi mirada severa, dura, continuaba en el mismo lugar. No supe por qué pero me sentí tan molesto que no podía controlar mis gestos.

Deshilachando vínculos » Wonheon. MONSTA XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora