Capítulo dos: ¡Corre! ¡Corre!

724 28 8
                                    

¡Corre! ¡Corre!

Luego de que mis sexys pies pisaran aquel mojón, aquel horrorozo mojón, comienzo a arrastrar mi pie cagado por todo el césped de mi casa. Luego de un momento de haber arrastrado mi pié, por grandísima y asquerosa curiosidad se me ocurre mirar lo que pisé y algo me hizo sentir aún más asco.

- ¡Mierda de humano! - ¿Quién rayos vino a cagar al patio de mi casa? 

Proseguí con mi limpieza de pié, sigo arrastrando mi pié por todo el césped.

- ¿QUÉ TE HE DICHO DE CAGAR EN EL PATIO TOMÁS? - Escuché la voz de mi paranoica madre

- Es que como no podía cagar, y ahí me vino el deseo tenía que aprovecharla. - La miró con cara de inocente.

- Está bien. - ¿¡Qué mierda!? si fuera yo estaría muerto. - ¿Dónde fue que dejaste el mojón?

- Está all... - Dejo de hablar porque me vio con el pie empuercado de mierda

- ¡IDIOTA! ¿NO CREES QUE ES SUFICIENTE QUE ÉL LA HAYA CAGADO Y DEJADO EN EL PATIO? ¡NO ERA PARA QUE VENGAS Y LA RIEGES POR TODO EL LUGAR!

- ¡Lo siento mujer! ¡Yo no quería pisar mierda de mi hermano por si eso crees!

- ¡HIJO DE....! - Al momento comenzó a correr como toda una fiera loca, no tuve más opción que salir corriendo por todo el lugar, dimos como 3 vueltas a la casa. Yo corriendo con el pié cagado por mi hermano y ella con una piedra más grande que su mano.

Era el momento perfecto para entrar a mi casa y encerrarme en el baño; Uno: porque necesitaba limpiarme el pié; Y dos: porque una loca me seguía con una piedra gigante en su mano.

Mientras iba entrando a la casa era como en las películas de espías, estaba mirando todo por si el enemigo estaba cerca. Cuando siento un poco de tranquilidad, miro por la ventana y la veo limpiando el desastre de mi hermano.

- Fuiiiu - Hice ese sonido con mi boca expresando alivio.

Voy subiendo las escaleras con un solo pié para no hacer más desastres. Cuando me dirijo hacia el baño primero pasé por la habitación de mi hermano Daniel, y me detengo porque escuché algo extraño.

- Todos vamos a morir. - Le decía a uno de sus muñecos. - ¡Pronto! ¡será pronto! ¡PRONTO!. - Si que este chico está loco. - Tenemos que matarlos primero que ellos a nosotros ¡Wuajajaja! - ¡Ay mierda! sabía que era raro pero creo que llegó al límite. Ahora tengo miedo, creo que deberían llevarlo al psiquiatra.

Continúo caminando, después de todo el supera sus propios límites cada día. Al llegar finalmente al baño comienzo a echar y echar agua a mi pié, pero el agua es tan pobre que un mosquito sopla y el agua de devuelve. Necesito algo que me lo pueda limpiar bien ¡Ah! ¡El cepillo!

Sin mirar lo que hacia comienzo a tentar por todos lados tratando de encontrar aquel cepillo, cuando por fin lo encuentro. Paso y paso el cepillo por mi pié sucio de mierda, cuando miro el cepillo abrolos ojos como plato.

- ¡El cepillo de Henry! - Así es, su cepillo de limpiarse los dientes yo lo había pasado por mi pié sucio de mierda. Como si nada pongo el cepillo en su lugar y comienzo a silvar como todo el inocente que soy, después de todo ya mi pié estaba limpio.

Cuando al fin estaba bañado, y vestido, pensé en salir un rato al parque que estaba cerca de mi casa. Caminado despacio, no me quería encontrar con La Roca versión mujer, salí de esa casa de locos.

Cuando voy caminando tranquilamente, cosa que era extraña, pero mi sentido de espía estaba alerta preparado para cualquier cosa rara. Me siento en un banco del parque y saco mi cacharro de celular (Es uno de los 50, mi padre es tacaño y no me quiere comprar un iphone) comienzo a teclear buscando algo interesante pero lo único que había eran juegos atrasadísimos, mientras sigo tecleando, alguien pasa corriendo y se lo lleva.

- ¡Oye es mi celular! ¡Hijo de tu puta madre! - Le dije mientras le señalaba el dedo del medio. - ¡Me cago en tu madre! ¡En tu familia! - Me sentía con fuerza para enfrentarme con aquel ladrón.

De pronto el ladrón cambia su dirección hacia mí, me asusté y comencé a correr.

- ¡Perdón! ¡Estaba bromeando! ¡Puedes quedartelo!

El ladrón me persiguió hasta estar lo más cerca posible y me pegó el celular en la cabeza (Cosa que me solió)

- ¡Toma! ¡Esa mierda no sirve! - Me ofendió. Pero naah tiene razón.

Parece que este es el día de que todos me persigan. Me regreso a mi casa , subo los escaloncitos que están justo para entrar a la casa, pero en ese momento siento un terrible dolor de cabeza, siento como una gota baja por mi cuello paso mi mano y era... ¡Sangre!

Sí. Mi madre me pegó la piedra después de todo

- ¡EL QUE ME LA HACE, ME LA PAGA! -Dijo como una total psicópata

<<Joder>> pensé.

Disfrútenlo!

Limones :D

Mi vida es una MierdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora