¿Siempre serás mío?

06. Tortura

Taehyung debería sentirse feliz. Y prácticamente lo estaba hasta que entró en esa tienda el miércoles ¿por qué la desgracia lo seguía adonde quiera que iba?

Jimin lo miraba muy atento desde el aparador de la izquierda, y tenía aquella mirada en el rostro. Tae realmente no sabía como describir esa mirada. No sabía como describir a Jimin, de hecho. Su padre le había dicho que tenía que ir a comprar lo necesario para el nuevo curso escolar y pensó que sería un gentil viaje hasta la tienda, compraría las cosas y regresaría a casa a dormir hasta la hora del ensayo, pero claro, las cosas no siempre salían como las esperabas.

- ¿Sabes que estamos en el mismo Colegio? - Jimin se había acercado sutilmente, sorprendiendo a Tae

- Oh ¿lo estamos? Nunca te he visto por allí, supongo que es tu talento natural - respondió, caminando por los estantes en busca de más gomas, nunca tenía suficientes, siempre terminaba perdiéndolas.

- No - Jimin lo siguió - Mi talento natural es el buen sexo pero ¿cómo lo sabrías? Apenas dejas solo tu cueva. Siempre tienes una sombra.

- ¿Una sombra? ¿A qué demonios te refieres Park?

- A la chica del otro día, la he visto antes contigo

- Así que has estado poniéndome atención - sonrió, satisfecho - ¿te gusto tanto?

A Jimin no le parecía que debiera jugar esos juegos con alguien como él, después de todo era heterosexual, tenía novia y había expresado sus claros deseos de mantenerse lejos de él. ¿Entonces por qué Jimin siguió con eso? Ni él lo sabe.

- De hecho - se acercó hasta su oreja, rozandola con los labios, sorprendido cuando él no se apartó al instante - Sí, me gustas mucho -.

Taehyung se apartó y se puso frente a él

- Lamentablemente para ti y afortunadamente para mi, no soy gay ¿cuántas veces tengo que repetirtelo?

Jimin volvió a acercarse. Empezaba a agradarle la cara que el rubio ponía cuando lo tenía así de cerca, aprisionandolo sin poder escapar.

- Las veces que sean necesarias para que puedas creértelo

- ¿Acaso piensas que miento? - Tae lo empujó levemente, volviendo a caminar entre los estantes de la tienda

- ¿Acaso dije eso? Tú eres el que no deja de contradecirse a sí mismo, pero ya no tengo que decir nada. Tu rubor delata lo que realmente piensas. - Jimin sonrió, de esa forma en la que, en opinión de Taehyung, sonreía con los labios pero no con los ojos, como si no estuviera realmente feliz.

Tae se llevó instintivamente las manos a sus mejilla y las bajó al ver la expresión en el rostro de Jimin

- Y según tú ¿qué es lo que pienso?

- Mmm - Jimin se lo pensó y miro a Taehyung por lo que parecía una eternidad, mientras se lamía el labio inferior, trayendo la atención de Taehyung hacia esa parte de su rostro. Jimin se dio cuenta y, claro, lo aprovecho. Mordió su labio sensualmente haciendo que Tae volviera a verlo a los ojos.

- Creo que ahora solo puedes pensar en mi... talento natural. Pero ¿qué se yo? Después de todo, tú te conoces mejor.

Taehyung había vuelto a enrojecer. Se veía tan malditamente tierno cuando pasaba que despertaba en Jimin las ganas de avergonzarlo más.

- Exacto - respondió luego de un momento - No tienes idea de quien soy.

- Te equivocas, querido Taehyung.

- Ah ¿sí? - preguntó, ansioso por oirlo.

- Definitivamente sé que no estás disfrutando el sexo con tu malditamente buena "novia" - remarcó la última palabra lo suficiente para que sonara insultante. Antes de que Tae pudiera decir nada, Jimin tocó su cabello, un leve roce, algo imperceptible, pero Taehyung lo había sentido como mil descargas bajando por su espina dorsal. Maldita sea la eslectricidad - Tu cabello es un asco - continuo Jimin - solo observa el mío - se puso más cerca de Tae y se toco levemente el cabello con ambas manos