Oscuridad, Locura, Amor.

Cuestiones menores

El colchón se hundió bajo nuestros cuerpos, y de esta forma no parecia tan imponente como siempre. Mis temores se adueñaron de mi, y la adrenalina corrió frenética por mis venas. Sabia que no era buena idea ese juego y el vodka barato. Tampoco las mentiras que me meterían en problemas.
Y sabia que todo eso, lo valía, ¿o no?
Él se giro hacia mi, con esa valentía que parecía hacer todo tan fácil.
Pero había demasiada gente, ahora pienso si a él le importaba.
Y entonces, un beso era todo lo que necesitaba, para olvidarme de las otras palabras.
Alguna vez me pregunto si estaba enamorada. No, no lo estaba.