Ah, mi corazón duele de tanto dolor. Es insoportable.•❅──────✧✦✧──────❅•
Llovió mucho hoy. Era un buen día.Tú tenías tu paraguas amarillo y una sonrisa espectacular. Le dijiste a SeokJin que te acompañara a casa a ver películas y él te dijo que no podía porque tenía entrenamiento.
¿Sabes? Yo habría cancelado cualquier cosa solo por pasar tiempo a tu lado.
Pensé que te irías temprano a casa. No tenías nada más que hacer aquí.
Yo, en cambio, debía ir a detención.
Al parecer estaba prohibido saltarse las clases por más de una semana. Menuda estupidez.
Estaba decidido a desperdiciar esa hora de castigo pensando en las cien mil formas en las que podría hacerte feliz. Si tan solo me prestaras atención.
Esperaba sumirme en mis pensamientos más profundos, sin tener la fastidiosa compañía de mis compañeros de aula.
Y apareciste tú.
Tenías lágrimas en los ojos cuando me miraste. No dudé en ponerle pausa a la música sonando en mis audífonos y te devolví la mirada.
Puedes llamarme loco, pero puedo jurar haber visto un atisbo de sonrisa en tus finos labios.
"Disculpa, no sabía que había alguien aquí".
Oh YoonGi, no tienes que disculparte. Nadie nota mi presencia.
"Lo siento, en serio. Espero verte luego, Jeongguk."
Tú sabías quién era. Y a pesar de eso no te alejaste de mí. Ninguna de mis perforaciones o tatuajes te intimidaron.
Por primera vez sentí que podía encajar en este mundo tan sombrío y falso.
Gracias, YoonGi. Es bueno saber que entre tantos demonios siempre habrá un ángel.