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He aquí el capitulo más esperado por todos owo. Ojalá les guste y gracias por su apoyo.

His Theme - Undertale [Piano & Orchestra] (Synthesia) // PianoPrinceOfAnime

PD.
Van a llorar owo

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Un incómodo silencio se formó entre ellos, apenas roto con el sonido de la ciudad nocturna y la respiración ligeramente agitada de Yusaku. Podía sentir sus propios latidos golpearle el pecho brutalmente.

Ryoken recordaba que era Playmaker, por lo tanto...

-¿Lo recuerdas? -dijo en un hilo de voz. Tenía los ojos abiertos en par en par, pero se estremeció más cuando un par de dedos delgados tocaron su cuello suavemente, así como un cálido aliento rozar la piel de su oído.

-Todo Playmaker. Recuerdo absolutamente todo-

Trataba de aceptar lo que había escuchado y no permitir que el temor lo consumiera, pero su mente no ayudaba en nada, haciéndole la dolorosa lista del porque el peliblanco lo dejaría. El que Ryoken recordara su pasado conllevaba que recordaría que eran rivales, que él fue quien "mato" a su padre, que él estuvo estorbándole desde que consiguió a Ai, que arruinaba sus planes y no tuvo ninguna clase de piedad en cazar a sus caballeros y sus lugartenientes (Que resultaron ser su "familia").

-¿Por qué lo hiciste? -fue una pregunta fría que se clavó en su corazón. Ya no estaba ese tono cariñoso que el peliblanco usaba exclusivamente para él.

Lo extrañaría muchísimo.

-Lo hice para protegerte. Considere que tu amnesia era una manera de empezar de nuevo tu camino -fue su sincera respuesta sin ninguna pizca de arrepentimiento. Entonces dejo de sentir la tibia respiración en su cuello, así como los dedos en su pecho. Logró evitar estremecerse de añoranza por ese tacto. No volvería a sentirlo y eso pesaba en su alma. Ryoken lo dejaría y dudaba que su corazón tuviera la fuerza para poder seguir latiendo, pero, de cierto modo, estaba satisfecho. Fue feliz durante unos meses, vivió una bonita amistad, un hermoso romance, hizo todo lo que tenía que hacer para que su persona fuera feliz del mismo modo.

-¿Tú crees que eso? No tienes idea de lo doloroso que fue para mí olvidar a mi... mis camaradas. Que haya olvidado a mi propio padre incluso el afecto que le tenía. En ocasiones me derrumbaba pensando si el sujeto que correspondía al nombre de Kogami Ryoken realmente se trataba de mí. Me sentía ajeno hasta de mí mismo... -de reojo vio como el peliblanco se apoyaba en sus rodillas mirando hacia la fuente. El que estuviera tranquilo no le daba seguridad. En ese estado puede decir las palabras más crueles y serían más dolorosas, porque estaría consciente de lo que diría

El peliazul solo pedía muy dentro de sí mismo que dejara la incertidumbre y lo mandara al diablo de una vez. Era extremadamente doloroso, como una muerte lenta y tortuosa.

-¿Cómo recordaste? -Yusaku recordaba que tal vez no fue muy cauteloso salvo a lo esencial-. Solo omití la información que sabía que sería más dolorosa para ti. Estabas amnésico y confundido. No quería decirte que casi te volvías un asesino. No es una información muy grata para una persona que recién despierta -dijo lo más calmado que pudo Yusaku, apenas sujetando su corazón, temiendo que se rompiera en fragmentos tan diminutos que sería imposible de volver a armar. No quería aceptar que su novio lo estaba odiando, no cuando son tan felices, no cuando se habían entregado al punto de ambos ya eran casi uno mismo.

El peliblanco emitió una risa seca y dura, pero aun lucia tranquilo con los hombros relajados.

-Recordé gracias al "Stardust Road", ¿quién diría que algo tan inofensivo puede causar gran efecto? Pero, supongo que esa palabra tiene muchísimo más peso que todo lo demás en mi vida -Esto último hirió al peliazul, pero logro mantener un rostro neutral-. Cuando recordé todo estaba furioso contigo por ocultarme la verdad de mí mismo. Quería hacerte daño, realmente herirte, pero... -se detuvo un momento, suspiro y siguió mirando hacia la fuente-. Cuando vi tus ojos... aterrados por mi reacción. Supe que no podría herirte, aunque quisiera -Se detuvo brevemente, pensando si debía continuar o no, pero ya estaban en un punto sin retorno donde sacaría a la luz sus pensamientos-. Así que aproveche que los dos estamos inestables para pedirte tiempo para aclarar mis pensamientos. Cuando llegué a la casa de Fausto y Kyoko, les dije que había recordado todo y me contaron que ellos también hicieron lo mismo que tú para protegerme de mi doloroso pasado -explicó el peliblanco con pesar, pasándose su mano por sus cabellos de color blanco puro como gesto de inconformidad. Yusaku no entendía porque el peliblanco le contaba esto, pero de cierto modo, le daba pequeñas chispas de esperanzas.

DesfragmentacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora