Calum estaba en su habitación, seguramente durmiendo, mientras yo estaba acurrucada en ese incómodo sofá tapada con una sábana que me había dado Calum para que no pasara frío.
No podía dormir y pasó lo que me suele pasar siempre que no puedo dormir… mi mente empezó a torturarme.
No te deberías haber comido ese trozo de pastel, no te conviene y lo sabes. Estas engordando, tú misma lo puedes ver. ¿Así como pretendes que Calum se fije en ti?
No pretendo que se fije en mí. -Le contesté a mi mente, y sí probablemente pareceré una loca por hablarle.-
Tranquila porqué de todas formas tampoco lo conseguirías, porfavor, solo mírate, tus piernas son gordas, tu barriga… ¿tengo que seguir?
Las lágrimas empezaban a asomarse por mis ojos. No conseguía callar a mi mente, así que me levanté del sofá y empecé a buscar el baño para lavarme la cara y despejarme de todos esos pensamientos perjudiciales.
No encontraba el lavabo y empecé a ponerme nerviosa, las lágrimas ya caían por mis mejillas cuando finalmente lo encontré. Entré en él y me topé con ese enorme espejo. Resaltando cada uno de mis defectos. Mi pelo, despeinado y algo encrespado por la humidad. Me fijé en cada mínimo desperfecto y cada vez que me miraba en él encontraba alguno más. Aparté mi mirada de aquel objeto que reflejaba una chica débil, cansada, atormentada y en un gesto de impotencia cerré la puerta del baño y apoyé mi espalda en ella, sentía como mis piernas perdían la fuerza y me dejé caer, deslizando mi espalda por la madera, hasta sentarme en el suelo. Mis mejillas, húmedas debido a las abundantes lágrimas que se deslizaban por ellas, seguramente se habían enrojecido. Siempre que lloro mi cara se enrojece, mucho, y mis labios y ojos se hinchan, otro defecto.
Me empezaba a costar respirar, empecé a inhalar y exhalar desesperadamente, por la falta de aire, provocando que me mareara, suerte que estaba sentada.
No porfabor, otro ataque de ansiedad no.
Seguía respirando con dificultad, pero por más que intentara tranquilizarme mi respiración seguía agitada.
Al cabo de un rato conseguí tranquilizarme, pero me sentía mareada.
Encogí mis piernas y mientras las abrazaba y hundía mi cara en ellas empecé a sollozar. No quería llorar, no quería que Calum se despertara y me oyera, pero al parecer, ya lo había hecho.
Calum: Sky, ¿Qué haces ahí dentro? ¿Estás bien? –Sentí su voz suave, pero a la vez preocupada a través de la puerta-.
Mierda. No quería que me viera así, pensará que soy una llorona, que soy débil, que me hundo con facilidad, pero así es como soy. Excepto lo de llorona, ya que siempre intento ocultar al máximo mis lágrimas y pocas veces les permito la aparición.
Sky: S-sí, claro que lo estoy ¿Porqué no iba a estarlo? Solo estoy meando.
Calum: Sky, te he oído llorar…
Sky: No estoy llorando. –Fue ridículo decir eso ya que al terminar la frase se me quebró la voz y se me escapó un sollozo-.
Calum: Sky… ¿Qué te pasa?
Sky: N-nada, Calum déjame.
Calum: Sky déjame entrar, puedo ayudarte.
Sky: No…- Dije casi en un susurro- Nadie puede…
Calum golpeó la puerta y me aparté de ella. Aún estaba sentada en el suelo cuando Calum entró.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Y… pues aquí está el segundo capi de hoy…
Bueno y ahora lo que quería decir… A ver, esta novela no tiene muchos votos ni comentarios… cosa que me entristece, así que me estoy planteando dejar de seguirla.
Depende de los votos/comentarios que tenga… la seguiré pero si no, realmente no sé qué hacer…
Así que bueno, eso es todo…
Sky xx

ESTÁS LEYENDO
Just a dream
Fiksi PenggemarSky es una chica que no está pasando por un buen momento de su vida. Se siente muy desgraciada, pero todo cambia en el momento en el que conoce a cuatro australianos y se enamora de uno de ellos. Pero... saldrá todo bien? Conseguirá que su vida mejo...