Epilogo

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Luhan llevaba sus cosas a su casillero y pudo darse cuenta como unos chicos  golpeaban a otro un poco más pequeño que ellos, se sintió impotente, tomó valor y les gritó.

-¡Hey, Déjenlo en paz! - Les gritó Luhan y los chicos se detuvieron.

-¿Y quien nos va a detener, nenita? - Luhan odiaba que lo llamaran de esa manera, el era un hombre, aunque su físico no lo ayudara mucho.

-¡Que soy hombre! - Luhan le dio un puñetazo rotundo a la cara del tipo que golpeaba al otro chico. - A ver, quien es la nenita ahora, esfumence. - Los asustó Luhan amenazándolos con pegarles si no se iban. Volteó a ver al chico aún sentado en el suelo. -¿Estás bien? - El chico apartó la cara lleno de vergüenza se levantó, hizo una reverencia y se fue.

La manera de actuar tan misteriosa le había encantado, el chico era bastante guapo, y el sentía que debía ayudarlo, pero cada vez que lo intentaba el chico con nombre Sehun se apartaba.
Hasta que un día se resignó, pero no se resignó al amor que había crecido dentro de el por ese pequeño e indefenso chico.

Al año siguiente no volvió a verlo en la escuela, para poder verlo nuevamente tuvo que esperar 2 años, que fue cuando entró a la preparatoria y se dio cuenta de que el estaba en la misma escuela, y estaba diferente, su mirada se veía fría, ya no era el chico tímido e inseguro de antes, ahora era todo un bad boy. Pasó de ser la víctima, a ser el victimario, y eso no le agradaba para nada a Luhan.

Un día decidió confesarle su amor, pero por medio de cartas, para que el chico supiera que alguien lo quería, y que lo quería de verdad y que estaba dispuesto a ayudarlo a mejorar y que obtuviera la felicidad que su corazón pedía a gritos.

Así que lo hizo, tomó un papel y escribió.

¡Hola Sehunnie!
¿Cómo estás?, Espero que bien.
Iré al grano... Me gustas.
-LH

To You  ↬ HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora