Capítulo 5. Naturaleza.

121 7 0
                                    


Mi estrella azul.

Capítulo 5

Naturaleza.

Prov. Tetsuya.

Después de esa pequeña discusión, no pude dormir.

Me había dado cuenta de la presencia de aquel chico peli rojo, sabía que nos estaba escuchando, incluso sabía que estaba aquí antes que me convirtiera en humano.

Sin embargo, no pude pensar con claridad, sentía la angustia y preocupación de Aomine y necesitaba tranquilizarlo o al menos eso era lo que pensaba en esos momentos que termine por transformarme delante de otra persona.

Ese chico heterocromático, era muy diferente Aomine, el olor que provenía de él era más dulzón, era una combinación entre frambuesa y lluvia del bosque, mientras que el de Aomine era a menta y madera.

Me la pasé la mayor parte de la noche comiéndome yo mismo la cabeza, sobre aquel chico y sobre lo que me sucedía. El sueño termino por vencerme a muy altas horas, pero la mirada de ese heterocromático en mi sueño me pareció una mirada interesante.

A la mañana siguiente.

Prov. Aomine.

Era bastante tarde para irme a la escuela, Tetsu todavía no se levantaba, lo que me pareció extraño ya que él siempre se levanta a las 6 y ya eran las 7.30.

Eso me pareció extraño, pero no le di mucha importancia.

-Ya me voy Tetsu. -No espere a recibir respuesta y me marché hacia la escuela.

Terminé corriendo para no perder mi primera clase la cual pasó sin ninguna extravagancia y lamentablemente así fue la mayor parte del tiempo.

Prov. Tetsuya.

Termine levantándome, demasiado tarde y la desvelada no ayudo mucho que digamos, y mucho menos el tener presente los ojos de aquel heterocromático.

Estaba dándole demasiadas vueltas aquel asunto, que seguía sin poder responder, ¿por qué me parecía tan atrayente el olor de ese peli rojo?

Decidí irme a visitar a un viejo amigo de mi abuela, el podría saber el porqué de mi angustia.

Antes de salir del departamento regrese a mi forma de gato para que no hubiera ningún problema durante el viaje.

Unos minutos después.

Estaba a la mitad de mi recorrido hasta que enfrente de una tienda me encontré con aquel chico que me había agarrado en el edificio. Era ese pelinegro que me parecía agradable y bastante amistoso.

- ¡Oh! Pero que sorpresa encontrarte aquí pequeño. -Acaricio mi cabeza y parte de mis orejas a lo cual ronroneaba gustoso por el toque.

Estuvo como 10 minutos parado a fuera de la tienda, me relajaba demasiado con sus acaricias. Sus brazos terminaron por cargarme y poniéndome como la otra vez (la posición en que me cargaba) que nos encontramos.

-Estás muy lejos de tú casa, pequeño. -Lo mire directo al ojo que podía apreciar, su tonalidad grisácea era realmente lo que le deba un gran atractivo a parte de su cara, claro. -Supongo que has estado haciendo tu recorrido.

Término por sonreírme, y acaricio gran parte de mi lomo, a lo cual me hizo darme cuenta de que estábamos caminando devuelta al departamento, y cuando tuve la oportunidad logré zafarme.

-Vaya parece que no quieres ir de vuelta. -Lo miré desde abajo, después de tallarme en sus piernas e ir en dirección contraria. -Ten cuidado en tu recorrido.

Mi estrella azul (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora