Dia 5 Parte 4

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- Chicos, les tengo una noticia-

Un par de ojos azules y otro de color marron voltearon a vernos. Antes de terminar la frase, Leo tomó mi mano y la vergüenza invadio mi cuerpo.

- Jo y yo comenzaremos a salir.

Hubo un momento de silencio. De la nada los dos pares de ojos se encogieron debido a la sonrisa que formaban sus bocas.

- Al fin...- Lucas se acercó y me abrazó.

- Espero que esto no incomode las cosas- dije.

- Incomodar ¿por qué? Ahora podremos salir los cuatro sin que nadie más nos separe- Leo me tomó de los hombros.

Observé como Santiago caminó a la cocina y lo seguí.

- ¿Cómo estas Santiago?

- ¿Cómo que como estoy?- rio- que bueno que estén juntos.

- Pero...- me interrumpió.

- Pero nada, tus sentimientos son correspondidos, deberías saltar de alegría- me embarró un poco de merengue que sacó del refrigerador en mi nariz.

- Entonces, ¿no te molesta?- comí del merengue.

- Claro que no, que tú seas feliz no me molesta.

Y me abrazó. Yo estaba feliz, estaba feliz de que mi pobre corazón durára pocos días atormentado, que mi primer amor fuera correspondido. Que los cuatro estuviéramos juntos. Que Santiago estuviera feliz por mí.

- Y que tu vuelvas con Minerva tampoco me molesta- le contesté.

- ¿por qué habría de molestarte?- Santiago me separo del abrazo.

- Oye josefina, no había algo que querias darle a Leo...

Llegó Lucas por detrás de Santiago.

- Ah si! Pero aun no esta terminado Lucas...shhhh.

A lo que Lucas se referia era a mi pintura. Lo que tanto había estado haciendo en mi cobertizo. Y mentí acerca de lo que dije; estaba terminado pero aun no quería enseñarlo.

Ahora la pregunta de Santiago: ¿molesta? ¿por qué le dije que no me molestaba? No era asunto mío lo suyo con Minerva. ¿por qué dije eso? Agradecí en silencio la interrupción de Lucas.

- ¿Qué no esta terminado?- el ultimo se nos unio a la cocina.

- ¡Nada!- contesté.

- Es que le pintas la vida de colores- dijo Lucas cantando y burlándose de mí haciendo un pequeño baile ridículo.

- No la avergüences Lucas- rio Santiago.

- Ya váyanse a sus casas, es noche y no deberían estar en casa de una dama a estas horas- dije para correrlos.

- Santiago, ¿Acaso ves alguna dama por aquí?- bromeo Lucas.

- Si hay alguna házmelo saber por favor- respondió igual Santiago.

- Dejen de burlarse, ya hay que irnos- Leo volteo a verme- ¿mañana te veo después del festival?

Contesté que si. Era extraña su pregunta pues era habitual que siempre nos viéramos en la escuela. Aunque ahora tomaba un sentido diferente; el rumbo se desviaba a que ahora era tiempo a solas con él. Nunca me había imaginado que llegaría hasta esa etapa. El festival era mañana y tendría tiempo a solas con Leo.

No paso tiempo para que ya estuviera despidiéndolos en la puerta. Fue una tarde agotadora. Hubira querido que esto durara dos películas mas, pero recordé que tengo que darle el toque final a mi pintura. Cerre la puerta verificando que los tres tomaran su rumbo y corri al cobertizo.

Quite la sabana y observé mi pintura. No era lo máximo. Pero era lo suficientemente buena para la exposición de mañana. Terminé con unos detalles y coloque mi firma. La observé una vez más, era la vista al mar al atardecer, con cuatro figuras en ella sentadas en la arena. 

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⏰ Last updated: Jul 09, 2018 ⏰

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Mi Día SeisWhere stories live. Discover now