Tell me what you want

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El asunto era simple y claro, quería a aquel Dj de cabello blanco, mechas azules, rostro y ropa manchados siempre en colores neón y arete de bala. Ese era el objetivo de Kotori, como cualquier Dj gruopie, ella soñaba con aquel que ayudaba a su delirio con música y Dj Hanoi era el único que le ayudaba a aliviar las cargas de su vida.

Por eso necesitaba hacerlo suyo, ella sabía que era única para él... aunque no sabía su nombre real, pero esos eran detalles sin mucha importancia.

"Dime lo que quieres chico~ / Tell me what you want boy
Porque yo tengo lo que necesitas chico~ / Cos I've got what you need boy
Justo lo que buscas / Just what you're looking for
Dime lo que quieres / Tell me what you want
Sabes lo que tengo / You know it's what I've got"


Cada fiesta Raver se marcaba por diferentes aspectos, en algunas sólo sonaba la música y tú debías llevar tu extra, fueran dulces o alcohol, en otras eran los mismos organizadores los que ponían esos extras a tu disposición, a cambio de dinero obviamente; también el delirio de luces neón, no todas las permitían. La información de la fiesta estaba en la invitación que recibías, desde su categoría, inicio y los Dj, esto último era el gusto de Kotori.

Con 15 años, la chica de cabellos verdes y ojos avellana había asistido a tantas fiestas como seducido a DJs de las mismas, su nueva intención era Hanoi, el nuevo Dj de moda, y nada ni nadie la detendría.

- ¿Entonces me ayudarás, Takeru?

- Por supuesto que sí, Tori. Pero ya sabes lo que pido...

- La ubicación en el día de Yusaku, lo sé -El tono de agotamiento en la voz de la chica no desalentó al de lentes que sonrió mientras asentía- La tendrás, pero más vale que la información que consigas sea buena.

- ¿Alguna vez te decepcione, Tori?

La chica sonrió, Homura Takeru era el mejor en eso, no había nadie que lo superará a la hora de conseguir información sobre alguien, mejor dicho acosar a alguien; eso era algo que como su amiga de hace años sabía, lo que desconocía era como descubrió el chico ese talento, lo único que supo era que descubrirlo lo llevó a un problema con la ley que casi llego al nivel de poner una orden de restricción, pero como jamás hubo pruebas en contra de Takeru nada llegó más allá de una advertencia, además la supuesta víctima no era fiable en ningún aspecto así que simplemente se asumió que buscaba atención.

Aún así Kotori Mizuki confiaba plenamente en el chico, tal vez influenciaba en su juicio el que lo conociera desde que eran unos infantes que aún ni asistían a preescolar.

Ambos conocían los secretos del otro. Kotori sabía del enamoramiento "extremadamente romántico" de Takeru por cierto chico de cabellos azules y mechones rosas, ojos verde esmeralda y un carácter que desesperaba hasta el más paciente, debías tener bastante, pero bastante, paciencia... pero siendo realistas ¿quién es capaz de soportar a alguien que suele tratar a los demás como estúpidos e ignorantes simios sin educación? La respuesta es: nadie, salvo tal vez Homura. Pero ante los ojos de todos en la escuela, y Kotori, el amor de un chico tan amable y amistoso como lo es Takeru esté dirigido a una extraña especie de sociópata que está entre uno de los cinco puestos de mejor rendimiento académico en su escuela era algo bastante confuso y extraño, claro la mayoría veía una especie de amor inocente no correspondido con halagos que se devolvían con insultos, regalos pequeños que el destinatario devolvía con un claro "Alejate de mí, infeliz" o una que otra carta con un poema, que solía terminar rota en tantos pedazos se pudiera y después desechada cruelmente, en cierto modo era bastante triste pero la verdad tenía dos lados y Kotori lo sabía; ella era igual que Homura.

Raver PartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora