Tell me what you want 1.5

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-¿Estás bien, Yuku? Te noto algo tenso y urgido...

-¿Insinúas algo? Porque lo que sea que quieras decirme, hazlo directamente.

-Insinuo que quiero meter mi pene dentro de tu maldito trasero -Yusaku alzó una ceja algo incrédulo mientras volteaba su cabeza para ver a Ryoken, que estaba a un lado suyo viéndole con obvio aburrimiento-, y también que te ves de pésimo humor... la forma en la que lavas y despellejas ese pollo me da miedo...

-No podemos tener sexo ahora, estoy cocinando y puedes romperte la cara...

-¿Cómo me voy a romper la cara si tenemos sexo mientras cocinas? -el de ojos verdes suspiró cansado antes de dejar el pollo cortado y despellejado remojando en un bol con agua, lavar sus manos con detergente para después secarlas con un trapo de cocina que tenía cerca. Sonrió con una tétrica amabilidad antes de apretar las mejillas y el mentón de su pareja con fuerza para acercarlo a él.

-Te la romperas por el golpe que yo te daré contra el mesón como me corte, queme o lo que sea que me pase mientras te haces el macho golpeando con fuerza mi trasero -el frío y aterrador tono que el menor tenía en su voz y mirada hizo al de cabellos blancos tragar en seco- ¿Lo entiendes o tengo que golpearte ahora para que se activen tus malditas neuronas?

-Lo entiendo...

-Entonces vete y déjame en paz, ve a masturbarte o que se yo pero tengo que cocinar una maldita ave... -el de cabello azul con mechones rosa soltó al mayor antes de colar el pollo y volver a lavarlo- Porque los deseos de desollar y cortar a la maldita ave que te quiere en su cama, me los tengo que tragar o tendré problemas con la policía...

-¿Sabes qué más puedes tragarte y no tendrás problemas con la policía?

-Tu semen está algo amargo, por tanto alcohol que tomas, no me gusta lo amargo. Come fruta o lo que sea pero hazlo más dulce y te dejaré seco... por com-ple-to~.

Lo último que Yusaku supo de su pareja fue que esté agarró algunas frutas que tenía en una bolsa a su lado y se fue comiéndose una manzana con una cara de fastidio que casi le hacía morirse de risa.

Ryoken era casi como un niño, sólo debía saber cómo manipularlo.

Raver PartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora