02

260 18 1
                                    

Abrí los ojos para luego sentarme en la cama en la que estaba acostada, miré hacia mi alrededor para asegurarme de qué estaba en mi habitación y por suerte estaba en lo correcto. No recordaba nada de lo que había sucedido la noche interior, sólo la batalla de chupitos con un completo desconocido, y gracias a eso se me partía la cabeza.

Estiré mi brazo lo suficiente para buscar mi teléfono, que por suerte estaba en la mesita de luz.

Abrí los mensajes de Whatsapp ignorando los nuevos mensajes que tenía para abrir el chat de un número desconocido.

09:58 am.

Desconocido: ¿Estuvo buena la noche?

09:59 am.

Desconocido:

Quedé mirando esa foto más de 5 minutos, estaba confundida, no tenía foto de perfil ni mucho menos estaba en mi lista de contactos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quedé mirando esa foto más de 5 minutos, estaba confundida, no tenía foto de perfil ni mucho menos estaba en mi lista de contactos.
Estaba claro que era yo, pero, ¿Quién era el que tomaba la foto?

10:27 am.

Zoey💫:¿Quién mierda sos?

Respondí esperando respuesta alguna.

10:30 am.

Desconocido: Que linda salís en tu foto de perfil Zoey, pero más linda estabas anoche cuando me besabas.

Abrí los ojos como platos, ¿Cómo el morocho del bar había conseguido mi número?
Sólo recordaba besarme con el luego de tomar las copitas.
¿Y si no era el? ¿Y si era otra persona?

Decidí tirar el teléfono sobre alguna parte de mi cama para luego levantarme de esta y dirigirme hacia el baño.

Hice la rutina de todos los días incluida una larga ducha para después ir hacia la cocina mientras peinaba mi cabello mojado.

-¿Resaca?- Habló mi mejor amiga para después reír y tomar un sorbo de lo que supongo que era cafe.

Rodee lo ojos y hablé;

-¿Dónde estabas anoche? me dejaste sola, idiota.

-Estaba buscando a alguien, que me dejo plantada-Suspiró.- cuando volví a la barra no estabas, busque hasta debajo de los retretes del bar pero no te encontré, volví a casa esperando a que estuvieras aca pero no estabas, así qué yo debería preguntarte, ¿Dónde estabas anoche? y, ¿Quién era el del lindo auto deportivo rojo que te trajo hasta acá?

Quedé impactada, ni yo sabía quién era la persona que me trajo hasta casa.

Me aguantaba las ganas de contarle a Antonella que había pasado en la barra anoche y el asunto del beso con el lindo morocho cordobés, pero primero quería asegurarme de qué eso había pasado y no era ninguna ilusión mía.

***

Era domingo por la noche y estaba tirada en mi cama viendo series en Netflix, era lo que más me gustaba hacer y mucho más si es invierno.

Unas risas del piso de abajo hicieron que ponga en pausa mi serie y baje a ver de que se trataba. Seguramente Anto había llegado a casa, salió diciendo que se iría a encontrar con el misterioso chico con el que estaba hablando últimamente, el mismo que la dejó plantada anoche.

Antonella estaba en el sofá sentada arriba del chico mientras lo besaba.

Abrí los ojos como platos y caminé en puntillas de pie hacia atrás tratando de no hacer ruido.

La cosa se puso más incómoda cuando Antonella soltó un fuerte gemido y rápidamente subí las escaleras y me encerre en mi habitación.

***

Lunes por la mañana y ya me encontraba desayunando, anoche no habia cenado nada por miedo a volver encontrarme alguna escena desagradable en el sofá.

Bebí un sorbo de café mientras veía las historias de Instagram de mis seguidores.

Unos pasos hicieron que dejará mi teléfono a un lado de la encimera. Era muy raro que Anto éste despierta tan temprano y un dia lunes.

Mi pulso se aceleró y quedé sorprendida de quien estaba en mi cocina.

-Hola Zoey.-Habló mostrando una linda sonrisa.

Recordé su rostro al instante.

¿Qué hacia el chico del bar en mi casa?

Ojalá | Paulo Dybala (En edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora