Mi pulso se aceleró y quedé sorprendida de quien estaba en mi cocina.
-Hola Zoey.- Habló mostrando una linda sonrisa.
Recordé su rostro al instante.
¿Qué hacia el chico del bar en mi casa?
Si mal no recordaba, el chico que tenía en frente era uno de los amigos del cordobés del bar, no habíamos cruzado ninguna palabra, ni tampoco recuerdo haberle dicho mi nombre.
-¿Qué haces en mi casa y como sabes mi nombre? -caminé hacia atrás lentamente para tomar la sartén entre mis manos. Por las dudas.
-Puedes bajar eso.-Soltó una carcajada y dio dos pasos hacia a mi.-Soy Marko, quizás no te acuerdes de mí, estabas bastante borracha el sábado eh.
Lo mire asustado. Era cierto, estaba borracha y esa era la razón por la que no recordaba lo que había pasado esa noche, sólo el beso con el cordobés que no sabía el nombre.
-Si no respondes el porque estas en mi casa no me va a dar miedo usarla.-Alce una ceja apuntado con mi arma protectora.
-Buscaba a mi amigo que esta aquí, Antonella me dijo que esperará en la cocina mientras el salía de ducharse.
Marko era el amigo del "novio" de mi mejor amiga.
Marko también era amigo del lindo chico del bar.
¿El chico del bar y el novio de Anto se conocían?
Antonella interrumpió mis pensamientos entrando en la cocina avisando que su amigo estaba esperándolo en el auto.
Marko se había ido sin antes despedirse. El novio o lo que sea de mi mejor amiga es como si me evitará, en ningún momento pude verlo, ni por una foto, tampoco pude hablar con el. Antonella era muy reservada en cuanto a sus relaciones, hasta que no sea nada serio no me cuenta nada para no ilusionarse, sólo había escuchado algo de el, que era un importante jugador de fútbol y nada más. Hace unos meses Anto llegó a casa con unas lindas y caras joyas, contó que se las había regalado su "amigo" así como la ropa y maquillaje que traía.
Tomé mi celular y revisé algunos chats, no tenía ningún mensaje del número desconocido que anteriormente me habló. Sabía que había posibilidades de que se tratara del cordobés al que me bese la noche del sábado, pues eso es lo que recuerdo.
Solté un suspiro y comencé a escribir;
12:36 am.
Zoey💫:Sos el cordobés, ¿verdad?
Esperé impaciente mientras jugaba con un mechón de mi pelo, después de unos minutos sonó la notificación de un nuevo mensaje.
12:44 am.
Desconocido: Te veo en la cafetería Mulassano, a las 16:20 ;).
12:46 am.
Zoey💫: No voy a ir.
Desconocido: Te veo ahí linda, seguro queres saber lo que pasó esa noche.😘
Tiré el teléfono sobre alguna parte del sofá, lleve mis manos sobre mi cabeza y suspire.
Obviamente quería saber que había pasado después de la guerra de chupitos, trataba de unir cada pieza de esa noche y no lograba recordar ni la mitad de las cosas.
Hoy va a ser un día muy largo.
***
Entré a la cafetería que me había mencionado el cordobés y lo busqué con la mirada. Después de unos minutos y unos gritos de "acá estoy" caminé avergonzada hacia la mesa donde estaba el morocho, sentía mis mejillas arder, no quisiera verme en un espejo en este momento, seguro estoy igual a un tomate.
Se paró de su silla para darme el paso hacía la mía, a lo que agradecí con una leve sonrisa.
Coloqué el bolso sobre la silla y miré a los ojos un poco avergonzada al chico que tenía en frente.
Este sonrió llevando una mano hacia su gorra mientras se la acomodada en su cabeza.
Azul contra verde, era un juego de miradas un poco incómodo.
-Estas roja.-Soltó una risita.
Después de pedir dos cafés y masitas para mi, porque el supuestamente se estaba "cuidando" su cuerpo. Ya estaba bien cuidado, la verdad que era un chico muy atractivo, cualquier chica que lo viera quedaría encantada.
-Y bien, ¿como sabes mi nombre y yo no sé el tuyo?-.
Hablé mientras tomaba un sorbo de mi café mientras miraba al chico.-Pasaste toda la noche diciendo que te llamabas Zoey.-Sonrió negando con la cabeza.-Seguramente queres saber que pasó después de los chupitos.- alzó una ceja.
-Exacto, por eso estoy acá.- rodee los ojos acomodando mi falda sobre el asiento.
-Bien, tomaste un poquito demás y empezaste a bailar con el Pipa y Marko, después te dormiste en mis brazos, fue un poco imposible que me dieras la dirección de tu casa, pero lo hiciste y te llevé en el auto de Marko.
-¿Ya? Pudiste habermelo dicho por mensaje, no sé ni tu nombre, sos un completo desconocido para mi.-dejé dinero sobre la mesa, tome mi bolso y empecé a caminar hacía la salida.
Tomó de mi brazo y automaticamente di un pequeño giro para quedar al frente de el, mis manos quedaron sobre sus hombros y las suyas sobre mi cintura, junto nuestras narices y podía sentir su respiración y su perfume varonil, mis mejillas seguramente estaban más rojas que de lo normal.
Su vista están sobre mis labios, mordió su labio inferior y suspiró mirando mis ojos.
-Soy Paulo, Paulo Dybala-. Susurró.
Juraba que su nombre me resultaba bastante conocido, pero no sabía de donde.
Sus labios interrumpieron mis pensamientos al notar que estaban sobre los míos.
REACCIONA, ZOEY, REACCIONA.
Sus labios se movían dulcemente mientras que los míos estaban intactos. Ni un movimiento, seguía con los ojos abiertos, esto era bastante incómodo.
Paulo separó nuestros labios para apoyar nuestras frentes y habló:
-Perdón... Yo desde que te vi no te podía sacar de mi cabeza, no se realmente por qué per...
Tomé sus mejillas con mis manos y junte nuestros labios, el bastante sorprendido lo siguió, no podia evitar decir que besaba tan bien. Me apretó más hacia el y con tan sólo recordar que estábamos en una cafetería me incomodaba. Separé nuestros labios y sonreí al ver gran parte de su rostro con labial.
Paulo pagó la orden de la cafetería para después tomar mi mano y caminar hacia la salida.
En la puerta de entrada había muchísima gente con cámaras y con camisetas en la mano, Soltó mi mano pidiendo disculpas en un susurro.
No entendía nada, una chica rubia bastante alta se acercó a Paulo para pedirle una foto, Me aleje y miré a mi alrededor, había demasiada gente y estaba empezando a quedarme sin aire.
Los periodistas le hacían preguntas a Paulo y demás gente le pedía fotos.Cuando estaba tratando de poder alejarme de ahí me llamo mucho la atención la pregunta de un periodista.
-Paulo, ¿es cierto que esta teniendo un romance con la modelo Antonella Cavalieri?
Miré a Paulo y este bajo la cabeza, negué repetida veces mientras caminaba rápidamente para tomar un taxi. Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas.
Entendí el porque no quería decir su nombre y también cuando me evitaba en mi casa.
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Ojalá | Paulo Dybala (En edicion)
Genç KurguVivir con tu mejor amiga es el sueño de cualquier chica. ¿quién no desearía eso? Una bella casa en Italia, Turín y muchos sueños por delante. Ahora, vivir con tu mejor amiga y su insoportable pero guapo novio, todos los sueños se terminan. Y más cua...