Esclava de la Nación del Fuego (Zutara)

Capítulo 19: Comienzos y problemas

PVO ZUKO

El sonido de las aves me hizo reaccionar, al  igual que la fuerza del Sol  y lo leves rayos de luz que tocaban mi piel. 

Me incorpore con pesadez y un mareo me ataco por lo que me acosté de nuevo en la cama.

El canto de las aves era el único sonido del que me podía percatar, mire a mi alrededor y de inmediato supe que no estábamos más en el mar.

Finalmente note la presencia de mi maestra agua, nuevamente ahí cuidando de mi. Me di el lujo de verla unos instantes mas, realmente parecía un angel no más bien una ninfa.

-Espero que no se nos haga costumbres reuniones de esta manera -Le susurra al oído, provocándole un sobresalto-

-Zuko! Despertaste al fin -Comencé a llorar y ni siquiera sabía porque- Por los espíritus juro que casi muero de angustia .

-De nuevo exagerando, eres tierna cuando esta angustiada. Soy el Príncipe heredero de la Nación del Fuego estoy acostumbrada a esta clase de ataques hacia mi persona -Intentado calmar a la morena de ojos azules-

-Para ti tal vez lo sea, pero te juro que yo me senti morir con todo lo que paso  -Alejando al Príncipe de ella y confrondolo-

-Estoy vivo ¿No?  Por favor de verdad es irrelevante y juro que es el menor de mis problemas -Tomando sus delicadas manos-

-Atentaron contra tu vida! Tu gente, soldados de la nación el fuego y dices que es el menor de tus problemas.

-Claro y seguramente lo harán de nuevo, por eso debo estar atento siempre y mas ahora que estas a mi lado  -Sonriendo de manera cautivadora- Y por cierto hablando de eso ¿Donde estamos?

-En un lugar seguro. tu tranquilizate -tocando su mano con suavidad-

-Supongo que no piensas decirme ¿Cierto? -atino a decir con seriedad- 

-No puedo.. es una ubicacion secrete -decia casi apenada- 

-Tan secreta que ni yo puedo saber donde demonios me tienes prisionero! 

-Que listo principe -respondio esta vez una voz varonil- 

-Campesino  -respondio con altivez y sonriendo de lado- 

-Pero tienes razón en una cosas, eres un prisionero. 

-Será mejor que me dejen ir. Digo si no quieren que toda la flota de la Nación del Fuego de con su absurda guarida -mirando con despresio a su alrededor- 

-¿Buscarte? ¿A ti'? Tal vez te golpeaste muy fuerte la cabeza, tanto que no recuerdas que te queria matar tu gete -enfatizando esta ultima -

-Da lo mismo, al final no es el primer atentado contra mi ni un el ultimo -dijo como si aquello no fuera importante- 

-Como sea te quedarás acá. No somos tan inegenuos como para dejarte ir. 

-En verdad creen que me quedaré aqui tan tranquilo y sin hacer nada, si es asi, el ingenou eres tu. 

-Al menos sabras lo que sintio Katara al estar atrapada en tu Nación. ¿Que se siente estar vulnerable y sin nadie que te pueda apoyar? -tomandolo del cuello y aumentando el agarre- 

-Sokka! Basta.. le harás daño, por favor, recuerda que esta herido! -suplicaba la maestra agua, el guerrero solo le dedico una mirada a su hermana menor y lo arrojo al suelo- 

-Explicale como funcionan las cosas acá -dijo con seriedad- Por cierto si sigues con vida solo es porque serás el encargado de entrenar a Aang. Eso tambien agradecelo a mi hermana, basura -escupiendo en el suelo y dejandolos solos-