Capítulo Cuatro: Primeras Palabras

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Era de tarde, Jacob acababa de cumplir los ocho meses y Maria recién llegaba a recojerlo de casa de Laura. Donde Consuelo estaba intentando darles de comer. Ella se ofreció a ayudarla pero la abuela contestó que ya podía ella sola. Después Maria levantó en brazos a su bebé y se fue tras saludar a Diego y Silvia.

Al llegar a su piso, vieron que Ángela estaba dentro, sentada en el sofá mirando la tele.

-Hola, ¿Qué tal ha ido el dia?- preguntó mientras apagaba el televisor.
-Bueno, bien, como siempre.

Ángela se levantó y se acercó a ella.

-¿Y a ti pequeñín, cómo te ha ido?

Jacob abrió la boca y empezó a balbucear algunos sonidos...

-Llacov, llacob...

Maria y Ángela se miraron mutuamente. Ambas estaban sorprendidas y tenian los ojos como platos. Jacob sonrió con una leve mueca seguida de un sonido ininteligible.

-¿S... Soy yo o tu hijo acaba de decir su nombre?
-¿Tu también lo has escuchado?
-Si, es increíble, si es muy pequeño...
-¿Si?
-Bueno, no se, pero de mis hermanos la mayoría aprendieron a hablar casi a los dos años.
-¿Y, qué puede ser?
-No se, tal vez es uno de esos niños genios que empiezan a hablar desde muy pequeños. ¿Su padre era inteligente?
-Eh, si bueno... ¿Qué debería hacer?
-Mmm, tal vez podrias llevarlo al medico y que el te diga.

María se  decidió llevar a su hijo al médico, así que la tarde siguiente pasó a buscarlo por casa de Laura y lo llevó a la consulta.

-Bueno por lo que veo está sano. Su peso es correcto y no se puede apreciar ningún problema en el crecimiento. Los dientes podrian empezar a salirle pronto, pero si no es así, no se preocupe, hasta el año hay tiempo. Eso si, empezará con moletias en la boca y probablemente las noches serán difíciles y recomiendo que le des algo para que muerda, asi le será mas fácil romper la encía y dejará de dolerle.
-De acuerdo doctor, pero yo queria preguntarle por sus primeras palabras.
-No se preocupe la mayoria de niños, no sueltan su primera palabra hasta después del año.
-Si pero la cuestión es que ya las ha dicho.
-¿Ya? Bueno, eso no es un problema. De cualquier manera hay casos de niños que empiezan a hablar desde edades muy tempranas.
-Vale, solo quería saber.
-Por cierto, he visto que no está cumpliendo con el calendario de vacunación.
-Oh, si lo siento. Pero es que no tengo dinero para pagar las vacunas.
-De acuerdo, no se preocupe. En estos casos tenemos subvenciones especiales para familias de bajos recursos y las vacunas serían completamente gratuitas.
-¿Oh, enserio?
-Si. De acuedo, le voy a concertar una cita para la semana que viene, para que le pongan alguna de las vacunas que ya debería tener. Y le doy este papel que es el calendario oficial, para que no se le pase, tendrá que volver a los 11 meses.
-Vale doctor, mil gracias.

María salió de la consulta muy contenta y se fue con Jacob a casa. Para celebrarlo, decidió invitar a Laura y su familia a comer a su casa.

Laura y Consuelo, prepararon fajitas para todos. Mas tarde llegó Carlos, su marido, trayendo una mesa más para que se pudiesen sentar todos. Y así María, Ángela, Diego, Silvia, Carlos, Consuelo, Laura y Jacob. Se sentaron a festejar que el bebé había dicho sus primeras palabras.

JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora