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Al abrir los ojos se tranquilizó al verse rodeado por oscuridad, pero le extrañó lo cálido que se sentía, se removió y se encontró cubierto de una manta, se sentó y observó mejor alrededor, no veía nada y tuvo que esperar unos minutos a que sus ojos se acostumbraran y poder ver dónde se encontraba.

-Maldito lobo...- susurró bajando de la cama de Derek y observó sus zapatos a un lado, caminó hasta la abertura de la cueva y salió. El sol comenzaba a alumbrar pero aún era bastante poca luz. Observó alrededor pero el lobo no se encontraba, entró de vuelta y observó el interior, habían cosas tiradas en el suelo y estaba bastante desordenado, en el trayecto de su mirada encontró su sudadera roja y se miró, estaba solo con su remera blanca y sus pantalones.

Se sentó en la cama a esperar, y lo hizo durante más de una hora pero Derek no aparecía así que decidió moverse.

Terminó ordenando toda la cueva en la que estaba y colocando las cosas en su lugar, y no terminaba por entender cómo el lobo vivía ahí. O sea, no es que fuera un lugar inhabitable pero no era ni siquiera acogedor.

Observó su sudadera roja y miró el exterior luego, el sol no había salido, fuera estaba nublado y anunciaba una posible tormenta pronto. Su estómago hizo un ruido y una mueca se asomó en sus labios, mientras ordenaba no había hallado nada comestible así que posiblemente debería salir en busca de algo.

Un trueno le detuvo y observó la lluvia caer fuera.

-Genial- dijo suspirando. Ahora solo le quedaba esperar a que uno de los lobos apareciera.

Las horas pasaron y durmió un poco más y luego volvió a mirar la nada durante otras horas hasta que la lluvia comenzó a cesar y la oscuridad inundó la cueva nuevamente. Suspiró y se colocó sus botas y tomó su sudadera colocándosela, incluyendo la capucha.

¿Dónde diablos se había metido el Alfa?

Salió bufando y se refugió en su campera caminando hacia el interior del bosque.

-¿Derek?- llamó pero no obtuvo respuesta. Caminó durante varios minutos y cuando creyó que estaba perdido nuevamente escuchó el caminar de alguien, y luego aumentaron sus pasos y retrocedió al escucharle correr en su dirección.

-Gracias al cielo que te encuentro- dijo un chico rubio recuperando el aliento. Stiles frunció el ceño y le miró atentamente.

-¿Isaac?- preguntó sorprendido, el joven asintió confundido

-¿Eres el humano de Derek verdad?-

Stiles soltó una risa divertida.

-¿El humano de Derek?- dijo levantando una ceja -¿Ahora soy una mascota?-

-Lo siento, ¿puedes venir conmigo?-

-¿Para qué o qué?- quiso saber

-Derek- dijo el rubio –Él ha peleado y...-

-¿Peleado, a qué te refieres?-

-Él ha encontrado a unos cazadores y...se enfrentó a ellos solo y...no está bien- dijo el chico comenzando a caminar. Stiles le siguió ceñudo

-¿A qué te refieres con que no está bien?-

El lobo comenzó a correr y Stiles le siguió esquivando las ramas con igual agilidad que el otro, su corazón latía fuertemente y lo único en lo que podía pensar era en Derek, ¿era esa la razón por la que no había aparecido en todo el día?

Corrieron hasta las luces de la aldea de los lobos y Stiles se detuvo al ver a la mujer del otro día parada en la entrada.

-¿Viniste por tu propia voluntad? Que valiente- murmuró

EL CHICO DE LA CAPA ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora