EL CHICO DE LA CAPA ROJA

5 - Epílogo

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Stiles era alguien muy impaciente, tanto que cada noche durante los siguientes ocho meses se metía al bosque solo para recordar un poco más al lobo de quien estaba enamorado, a ese hombre que le observaba desde la distancia también. Cada noche dejaba una nota con un número pegada a un árbol, y la siguiente noche dicha nota ya no estaba y Stiles sabía que él la había tomado. Cada noche era un día menos.

Cuando Stiles cumpla los dieciocho años debería asumir el lugar de su padre, ser quien guíe a su comunidad, ser quien brinde seguridad y vele por la paz y la tranquilidad.

Se deshizo de sus zapatos y miró a su padre a un lado, dio el primer paso y sonrió. Le ardía las plantas de los pies, aún así dio paso por paso sobre las brasas encendidas, uno más rápido que el otro y al final se echó al suelo y sus amigos le metieron los pies en el agua, terminó carcajeándose y su padre le ayudó a ponerse de pie con cuidado.

-Eres todo un hombre- le dijo pasándole el bastoncillo de oro –Y eres un líder..."Piensa con la cabeza antes que el corazón""–le dijo y Stiles asintió tomando lo que le pasaba. Sus amigos aplaudieron y éste sonrió observando el bosque, en específico dos puntos rojos en la oscuridad.

Al día siguiente todo cambiaría.

-Cuenta la leyenda que lo primero que hizo Stiles fue hacer un pacto de sangre con el líder de la manada de lobos Derek Hale, juraron protegerse unos a otros, juraron lealtad y amistad entre los hombres y los lobos por lo que quedara de sus vidas...- susurró al pequeño niño quien le observaba embelesado.

-¿Ellos se casaron?- preguntó el niño y su padre asintió sonriendo

-Sí, y vivieron felices por siempre...-

-¿En serio? ¿Y los lobos y humanos se llevan bien ahora?- preguntó entusiasmado. Scott se inclinó y besó su frente con cariño

-Los lobos se llevan perfectamente, ahora es hora de que duermas...mañana tienes clases- le dijo arropándolo. El pequeño niño sonrió abrazando el peluche que tenía

-¿Fue la historia de tío Stiles y tío Derek?- preguntó el niño antes de que su padre saliera de su cuarto, Scott se detuvo y le miró sonriente.

-Fue solo un cuento hijo...-le dijo y salió cerrando la puerta. Miró a Isaac quien escuchaba recostado contra la pared divertido.

-¿Solo un cuento?- preguntó con la ceja levantada. Scott se acercó y se puso de puntitas para alcanzar sus labios

-Deja a tu hermano y a mi amigo fuera de esto ¿sí?- le pidió besándole.

-Si insistes tanto...- Isaac le metió dentro del cuarto y cerró la puerta con cuidado.