Capítulo 2

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Capítulo 2

- ¿ves a aquella chica rubia?.

-si...

-¿y ahora ves a su amiga la morena?

- si...

-pues ya sabes lo que tienes que hacer- dice con una sonrisa de complicidad como si pudiera saber lo que está pensando y me da un empujoncito.

-amigo, vas a tener que explicarte más.

-oh, bien, solo tienes que ligártela para que la otra se quede sola.

-¿a quién me tengo que ligar exactamente?- resopla

-a la morena- dice rodando los ojos.

-okey- digo sin más y comienzo a caminar hacia ella.

Solo le estaba haciendo un favor a un amigo, pero la chica no estaba mal. Quiero decir, la chica no parece que tenga un huito de aceituna por cerebro, pero tampoco es mi tipo.

A ver, ella no es muy alta, no estoy seguro de que llegue si quiera al metro sesenta, tampoco es la chica más delgada que he visto en mi vida, pero no estaba gorda. Su pelo era moreno y los rizos le llegaban a la parte alta de la espalda. Seguro que por debajo de la tira del sujetador que lleva ahora mismo, apostaría lo que fuera.

Viste un top negro y unos pantalones azules cortos y muy ajustados que, para qué mentir, no le sentaban nada mal y le hacían ver un culo...

En fin, esta chica sería pan comido.

Me acerco a las dos e ignorando que la rubia está allí le hablo a la morena.

-hola guapa, ¿puedo invitarte a algo?- digo con mi tono seductor que hace que las chicas mojaran las bragas. Ella mira a su amiga y la rubia le dedica una mirada que la verdad no sé lo que significa.

-bueno- respondió con simpleza.

Entre tanto Aarón se acerca a nosotros y empieza a hablar con la rubia.

La morena con la que estaba hablando hasta hace unos segundos, si se le puede decir hablar, se gira para ver a su amiga y esta última le echa otra mirada y sonríe. La morena, supongo, entiende lo que la rubia le está queriendo decir y se gira hacia mí de nuevo.

¿Desde cuándo la gente lee mentes? Tal vez solo es algo que las mujeres pueden hacer. Quien sabe.

La rubia se rie por cada cosa que dice Aarón. De seguro se ha puesto a contarle sus absurdos chistes.

-Genial, otra hueca- digo bajo, aunque creía que solo lo había pensado. Pero me doy cuenta de que no cuando la morena habla.

-¿qué has dicho?

-nada- digo encogiéndome de hombros

- has llamado estúpida a mi amiga, pedazo de neandertal, que soy bajita pero no sorda.

¿Acaba de llamarme neandertal? WTF. Eso es nuevo.

-¿y? cual es el problema, se ríe por todo y estoy seguro de que no sabe hacer una frase entera que tenga sentido- digo rodando los ojos.

Al oírme decir eso la morena aprieta sus puños pero oye a su amiga reír de nuevo y se piensa lo que va a hacer, porque seguro que iba a soltarme un manotazo que, probablemente yo acabaría parando.

Después simplemente se va. Su amiga la hueca se da cuenta y va tras ella. ¿Qué mierda acaba de pasar?

-tío pero ¿qué le has dicho?

-¿yo? Nada, ¿qué le voy a decir?

-pues se ha ido enfadada y echando humos, que lo he visto hasta yo.

Un cabrón con suerte ***En proceso de creación***Where stories live. Discover now