Gracias, pero no.

Capítulo 1: Mala idea.

—Ya, vamos al cine y regresamos, ¿qué hay de malo en eso? Es simple— Decía I.M a sus amigos.
Los chicos se habían reunido en casa de WonHo para poder ensayar. Como "grupo" Solían reunirse algunos días en la cochera del nombrado.
Pero ese día tenían más planes que sólo quedarse en la cochera ensayando.

—Pero, sólo le dijimos a nuestros padres sobre venir aquí, si les decimos que vamos al cine no creo que nos dejen— Chan decía intentando convencer a sus amigos de ya poder irse a su casa.

—Además ya son las diez, ¿no es algo tarde para salir sin permiso alguno?— Intervino Hyungwon

—Claro que no, es hora perfecta. Pedimos un taxi y ya, las funciones son hasta las doce u once— I.M seguía terco con su decisión.

—Ya pues, vamos rápido y regresamos...— Chan dijo como último y comenzaron a tomar sus cosas para irse.

[...]

Llegaron al cine, algunos chicos nerviosos por lo que sus padres podrían decir al respecto y otros emocionados observando los anuncios para ver que película iban a ver, y que es lo que iban a comer.

—Muchas gracias— Hicieron una reverencia todos y se dirigieron a la Sala que se les dijo —claro, después de haber comprado las palomitas—
Al final fueron como habían dicho, sin avisar. Lo cual es una mala idea, ¿acaso no saben que siempre tienen que saber a donde van? ¿No han visto televisión?

[...]

—Chicos, voy a rellenar las palomitas, vuelvo rápido— Se despidió Chan de los otros.

—Me traes más refresco— Pidió Hyungwon.

Después de susurrar un "sí" —pues no quería que lo regañaran— A su compañero se dirigió hacia el area de comida.

—Hola, disculpe, ¿me puede dar más palomitas?— pidió amablemente a la señorita —Ah, ¡y refresco! por favor...— Terminó diciendo apenado por haber gritado.

La Señorita asintió con una ligera risa y tomó las cosas para volver a servir palomitas y refresco.

—Oye... Disculpa, chico— Alguien hablaba a Chan —quien seguía esperando la comida—

—¿Eh? Ah, ¿qué pasa?— volteó y vio a un señor, alto, un tanto guapo. Tenía apariencia de ser el de la limpieza; por su uniforme y la etiqueta.

—Alguien tiró algo hasta el fondo de los baños, y por más que intento por mis brazos gordos no lo puedo alcanzar ¿podrías ayudarme?— Dijo señalando el baño, el cual quedaba a pocos pasos de ahí.

—Ah, eh, yo... Está bien— Jamás a sido una persona capaz de decir algún "no" Por respuesta, así que ahí estaba. Siguiendo al hombre —porque no parecía viejo como para ser nombrado así— de la limpieza.

—Mira, ahí— Señaló la esquina del baño. Mientras Chan se dirigía a esta.

Cuando el menor no se dio cuenta —por ir a ver donde se le dijo— el hombre se encargó de cerrar la puerta con seguro.

—¿Ya viste? Está más atrás— Señaló al distraído Chan mientras se acercaba a él.

—Mmm, no, no veo nada— Dijo aún mirando.