capítulo 14

535 90 6
                                    

—Bueno, entonces, ¿quién es él?— JeongIn preguntó señalando atrás de Yeong y WooJin. Haciendo que la chica volteara confundida. Y Chan, él único que entendió lo que hizo el menor se apresuró a empujar a Yeong lejos de WooJin.

—No te muevas, entrené por un tiempo Artes marciales— Felix se acercaba a la chica. La cual levantó sus manos en modo de rendición.

—¿A qué querías llegar con todo esto?

—Mira Chan, si piensas darme uno de tus sermones de abuela ahórrate eso. No lo necesito; intenté de verdad cambiar, pero no es algo que esté en mí— La chica habló rápidamente.

—Está bien, no se den sermones, pero por favor, ¿podrían quitarme las cuerdas de los brazos?— WooJin les dijo con frustración.

—¿Has estado amarrado estos días?

—¿Me creen un monstruo tan horrible? Es obvio que no, ChangBin. Cada tres horas le daba tiempo para hacer sus necesidades. Y lo dejaba bañarse.

—Así como tu perro— Le respondió MinHo.

—¡Hey! El perro sigue amarrado— Les volvió a repetir.

—Bueno, tengo que irme— La chica intentaba escaparse por la puerta trasera.

—Alto ahí loca— La detuvo Jisung, cerrando la puerta y mirándola —La policía no tarda en llegar.

—¿Tan rápido se soluciona? ¿No habrá sangre? ¿Pelea? ¿Algo?— Todos volvieron a mirar con disgusto a HyunJin —Perdón, me callo...

—¡Alejate!— Yeong lanzó su cuchillo a la mano del chico que no le dejaba pasar.
Así que mientras MinHo y JeongIn se quedaban para ayudar a Jisung con su mano, que ahora tenía sangre, Chan, ChangBin y Felix corrieron a buscarla y como pudo HyunJin desató a WooJin.

Pero Yeong no pudo correr mucho, pues el auto de los policías estaba afuera esperándolos.

—Saben que los llamamos hace una hora, ¿verdad?— SeungMin les dijo a los policías que bajaban del carro.

—Chico, tenemos más cosas que hacer, no sólo resolver problemas de adolescentes— Le respondió.

—Señor, con todo respeto, ¡la chica loca de aquí me acaba de secuestrar!

—¡Y me lanzó un cuchillo a la mano!— Levanto su mano.

—¡Y a mí ya me había intentado secuestrar hace tres años!

La chica al escuchar eso rió y rodó los ojos.

—Tendrá que acompañarnos, señorita— El policía se acercó a Yeong.

—¡No se le ocurra tocarme! Ya sé qué hacer— Alejó al mayor y se metió sola al coche.

—Buenas noches, chicos— Se despidió el policía y se marchó.

—Y bien, Chan— Todos miraron al chico de cabello rubio.

—¿Qué? Ya recuperamos a nuestro amigo, hay que ir a cenar— Intentó librarse.

—Los alcanzamos en el restaurante que queda a dos cuadras. Mientras, ustedes hablen— MinHo habló y nisiquiera dejó al otro poderse despedir.

Se fueron a una banca que quedaba cerca de ahí para poder hablar tranquilamente.

—No me gusta que estemos peleados, así que pídeme perdón— Habló primero Chan y WooJin lo miró alzando una ceja.

—¿Disculpa?— Le pregunto al menor.

—Disculpado, ¿vez? Que sencillo. A comer— Se levantó para irse pero WooJin le agarró la mano para evitarlo.

—Chan, hay que hacer las cosas bien— Kim se levantó para poder estar igual que el australiano delante suyo.

—Está bien— Dio un suspiro y siguió hablando —La verdad me comporté como un idiota.

—Sí, de echo.

—WooJin, déjame terminar de hablar— Reclamó haciendo un puchero.

—Disculpa— Sonrió al ver lo tierno que era Chan haciendo esos gestos.

—Entonces, quería pedirte un disculpa. Porque no te mereces que te haya tratado así, eres una buena persona, amable, gentil, generoso— Miro a su mayor —cofcofguapocofcof e inteligente. Disculpa, tengo mucha tos.

—Claro, claro— Lo abrazó —También quería disculparme por intentar obligarte a algo que no querías, no debí forzarte.

—Sobre eso... WooJin— Miró al suelo dando un paso atrás alejándose del mayor.

—Sé que vas a decir que no quieres nada, y...

—No, realmente me di cuenta que desde el día del beso algo cambió. Me enamoré de ti, solo que no quería aceptarlo. Me negaba a aceptar que no te quiero como un amigo, porque sí WooJin, me gustas, es más, no sólo me gustas, me encantas— Ahora él abrazó al mayor y el coreano lo tomó por la cintura —¿Crees que se preocupen por tardar tanto?

—No creo— Le dio un pequeño beso en los labios y juntaron sus frentes —Además, ellos querían que nos reconciliaramos.

—Buen punto.

Gracias, pero no.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora