Reencarnación en un Mundo de Fantasía

Galatea - Parte 11

El palacio se estaba desmoronando, el mana del ambiente estaba siendo absorvido a una velocidad increíble, esto no es la simple recreación del cuerpo de Pallas, es algo distinto, se ha adaptado completamente a los gusanos, pero no es simple simbiosis, si tuviera que elegir una palabra para describir su proceso elegiría 'evolución'.

Gusanos de toda la ciudad se habían acumulado aquí, y al parecer por bastante tiempo. Ferro estaba dentro del palacio, acercándose al nuevo cuerpo de Pallas, ahora que lo pienso él no sabe que ella está aquí. Pallas está recreando su cuerpo usando materia orgánica de la ciudad, teniendo de molde al jefe de la ciudad, un sujeto llamado Willaq. El proceso estaba casi completo. Fue entonces que Ferro Sonoa llegó a la locación de Pallas.

"Ferro." dijo Pallas con cariño, sentí un ligero dolor en el pecho, pero lo ignoré, no voy a dejar que la culpa que siento interfiera con mis planes.

"No sabes cuanto estuve esperando para hablar contigo." dijo ella con un sonido cada vez más similar al de una mujer, el cuerpo de Willaq estaba siendo modificado, gusanos lo estaban devorando desde adentro.

Ferro apuntó con su arma y disparó contra Pallas, pero un tentáculo bloqueo el disparo mágico. Ella ignoró el hecho de que fue atacada. No debería serle muy difícil darse cuenta de que esto debe ser atemorizante para Ferro. Claro que no debo esperar que Pallas Dea sea la misma persona que antes, todo por lo que ha pasado y deben haberla enloquecido, aunque no es como si yo pudiera juzgarla, más gente ha muerto por mi culpa que los que ella ha matado.

"Cuando llegué a este mundo estaba preocupada, quería verte antes de morir, parece ser que este deseo se cumplió, pensé que terminaría en el mundo que elegí inicialmente, pero parece ser que el virus en IRO modificó mi planeta de destino." es mi culpa.

"Usar a los personajes no jugadores es difícil, primero tuve que practicar con animales, también practiqué con un dragón, finalmente me mudé a esta ciudad ¿Sabías que Chinchaysuyu también era una región de un imperio en nuestro mundo hace siglos?"

Mientras ella le hablaba a Ferro me fui acercando sigilosamente.

"¿Quién eres?" le preguntó Ferro, por su expresión parecía ser que sabía quién era, aunque no quería admitirlo.

"¡Oh! Por un momento olvidé que estaba usando este cuerpo asqueroso. Perdón por como me veo, no puedo controlar más de un cuerpo a la vez, estos gusanos son difíciles de usar, los infectados en su mayoría se vuelven como zombies de película de terror, pero con este cuerpo logré sincronizar mi conciencia."

"¡¿QUIÉN ERES?!"

"Ay Ferro ¿no puedes reconocer a tu mejor amiga?"

Tras decir eso gusanos y restos de cuerpos eruptaron del suelo, parece ser que de verdad la mayoría de gusanos estaban bajo el palacio, los cadaverés son tanto de monstruos como de humanos, tanto hombres como mujeres y niños. Estaban deshaciendose y moviendose, formando una masa extrañá de músculo, gusanos y órganos.

"¿Recuerdas cuando me dijiste tu sueño?¿Tu deseo?" continuó Pallas.

"Querías ser un héroe, un caballero que protegiera a la gente que quiere."

Esa frase me golpeó, me hizo recordar mi tiempo viviendo con Lux y Lilly.

"¿Cuántas personas has dejado morir frente a ti en tu camino hasta mi?"

"¿Cuántos gritos de niños buscando a sus madres, de madres buscando a sus hijos, de hermano buscando a hermano, de amante buscando a amante?"

En ese momento de la masa de cadáveres salió una mujer desnuda... Pallas Dea.

"Dijiste que serías un héroe, que salvarías a las personas que amas."

"¿¡Quieres saber cual fue mi deseo en ese momento?!"

Por fin.

"¡QUERÍA QUE ME SALVES!¡QUE VINIERAS CONMIGO!¡DIJISTE QUE ME ALCANZARÍAS!"

Ahora solo tengo que capturarla.

"Ahora estamos aquí" dijo calmada "¿quién va a salvar a quién ahora?" dijo Pallas, elevandose del suelo, tentáculos de cadáveres saliendo del suelo y de lo que solía ser Willaq.

Pensé en dejar que pelearan entre ambos y se debilitara, pero vi la cara de Ferro. Su expresión era una que he visto demasiadas veces en el espejo, la cara de una persona abrumada por la culpa, sin ganas de vivir.

Los tentáculos de Pallas arremetieron contra él, no los iba a esquivar.

"Ahora seremos uno." dijo Pallas sonriendo.

Sin pensarlo salté acelerando con magia y reforzando mi cuerpo, cogí a Ferro y empecé a esquivar todos los tentáculos.

"¡¡TÚ!!" Pallas me reconoció, su sonrisa había desaparecido, ahora tenía una mirada de locura e ira como nunca había visto antes.

El mana del ambiente empezó a disminuir aún más, al mismo tiempo que más tentáculos surgían del suelo.

"Mierda" ¿Por qué no puede ser todo más fácil?