Reencarnación en un Mundo de Fantasía

Capítulo 25 - Perspectiva de Ignis

No recuerdo mucho de mi infancia, solo tengo fragmentos de memorias antes de despertar en Yesod. Recuerdo a mi abuela y una casa llena de libros, pero no mucho más.

Los primeros días los pasé en la calle pidiendo comida, suplicando por agua, pero nadie me ayudó, nadie excepto una monja que se apiadó de mi y me llevó al orfanato que se volvería mi hogar.

Los días los pasabamos aprendiendo a leer y escribir, aprendiendo de la Religión de Sephiroth, pero esto no duró mucho, un día ella desapareció y un sacerdote tomó control del orfanato. Desde entonces todo fue un infierno, no quiero ni recordar lo que sucedia en esos días, en todo lo que tuve que hacer para evitar que los demás niños sufran. Las memorias son cosas peligrosas, pasa mucho tiempo recordando y vas a terminar ahogado en odio.

Gracias a un soldado de la ciudad de Hod los días del sacerdote acabaron. Murió rápidamente, desearía que hubiera sufrido más, pero no vale la pena pensar en los muertos. Nunca supe cuál fue el conflicto entre los dos.

Tras la muerte del sacerdote aparecieron otras personas, criminales que vinieron a aprovecharse de nosotros, logré convencerlos de que nos dejen el orfanato a cambio de dinero, debí haber buscado una mejor solución, pero no tenía opciones, comenzamos a pasar hambre por mi culpa.

Los niños del orfanato pensaban que el sacerdote era buena persona, y que el dinero que juntabamos era para curarlo. Me repetía que mentirles era por su bien, pero estuve equivocado, sufrieron por mi culpa, debí haber hecho más por ellos. Ahora estamos mejor, debo dejar de lado esas memorias dolorosas.

Es gracias a un aventurero que ya no tenemos que preocuparnos por los criminales que nos quitaban dinero. Su nombre es Oder Sonoa, un hombre de cabello negro largo, su aspecto es el de un hombre entre 20 y 30 años, pero su mirada es la de alguien mucho mayor, es una mirada torturada, de alguien que ha sufrido y ha hecho sufrir a otros, una mirada similar a la mía.

Oder negoció con el gremio de aventureros de Yesod para implementar un sistema que pueda incluir a gente que necesite de dinero, consiste en transportar equipaje y desmantelar monstruos, además de tareas menores como cocinar o prender fogatas. El nuevo sistema incluye entrenamiento básico para huerfanos, junto con educación básica, claro que esto no es gratis. El beneficio que el gremio recibe con esto es que principalmente va a recibir un influjo de aventureros capaces con altas probabilidades de sobrevivir, además de que van a ser sumamente leales al gremio. La comida consiste principalmente en carne de monstruos y algunos vegetales, sorprendentemente saben delicioso. Hay un rumor que dice que Oder consiguió que esto se logre tras seducir a la nieta del director del gremio, una recepcionista del mismo gremio, pero hay otro más creíble que dice que Sonoa ofreció un arma especial y como hacerla al director del gremio. La última teoría es la que tiene más sentido, eso explicaría la velocidad con la que se implementó el nuevo sistema.

- Ignis - me llamó una recepcionista- tienes un nuevo trabajo, es a petición de Oder Sonoa. Consiste en ayudarlo a desmantelar monstruos y en entrenar un aventurero como aprendiz en Netzach.

¿Por qué me ofrecería el trabajo? ¿Por qué necesita un aprendiz?

"Me pidió que te entregue esta nota dijo pasándome un trozo de papel.

"No tienes que devolverme el dinero que me robaste, pero necesito tu ayuda.Me debes un favor por salvar a los niños de tu orfanato."

"¿Aceptas el trabajo?" me preguntó la recepcionista en tono serio pero sonriendo.

"Es hora de conocer más del mundo" respondí comenzando a reír.