Marvel One Shots

Tom Holland

Título: La copa regresa a casa.

"¿Y si pasamos a la final qué?"

"Tom, seamos realistas, Croacia puede jugar 120 min y ganar. Lo siento amigo."

Ambos nos acomodamos en el sillón, después de traer toda la comida posible para disfrutar de partido. Inglaterra se disputaba el pase a la final de la Copa del Mundo y Tom estaba muy emocionado.

"Como tan segura estás de que Croacia ganará entonces apostemos."

Lo pensé un poco. "No gracias. No sé que esperar de tus apuestas."

"Como gustes cariño. De igual manera la copa regresa a casa."

"Ya lo veremos."

A los pocos minutos de dar inicio al partido Inglaterra anotó un golazo que Tom no dudó en restregarme en la cara.

"¿Viste eso? ¡Golazo!"

"Ajam sí." le resté importancia.

"Estas celosa porque México nunca pudo anotar un gol como este."

Le lanze un cojín en el rostro.

"¡Con mi México no te metas!"

"Ya ya, lo siento cariño. Es la emoción del momento." se acercó y besó mi mejilla.

"Iugh." me limpié el lugar donde deposito su beso." Ya no quiero nada de ti."

"Admitelo, ___(tn). Quieres todo de mi."

Así era mi amistad con Tom. Coqueteos constantes, apodos cariñosos y muchos besos en la mejilla. ¿Cómo no enamorarme de este hombre?

El partido se alargó hasta los 120 minutos, tal como lo predije, el marcador estaba empatado 1 por 1.

"Esto está tardando demasiado. Ya ni comida tenemos. ¿Crees que se vayan a penales?" preguntó Tom bastante angustiado.

"No lo sé. No es por quitarte los ánimos pero Croacia siempre mete gol en el tiempo extra."

"Acabas de quitar mis ánimos."

Reímos ante su comentario y en un impulso besé su mejilla. El castaño me sonrió y pasó su brazo por mis hombros para acercarme a él y abrazarme.

"No creas que con un besito vas a arrglar eso."

"Al menos lo intenté." me encojí de hombros.

Festejé el segundo gol de Croacia como si de mi selección se tratara. El británico me lanzó un cojín y me tomó de la cintura para que me sentara y dejara de dar saltitos de celebración. Ambos caímos al sillón riendo.

"Estoy triste y tu te burlas de mi dolor. Que mala amiga eres."

"¡Tú te burlaste peor cuando descalificaron a mi país!" contraataqué. "Es mi turno muajajaja." hice una mala imitación de una risa malvada.

"Cariño, no puedo tomarte en serio con esa risa. Eres adorable." pellizcó mi mejilla.

"No soy adorable. Soy mala, tan mala como la selección inglesa en este partido."

"¡Hey! Esto no te lo perdono." el británico comenzó a hacerme cosquillas mientras yo me retorcia en el sillón; sus hábiles manos atacaban mi estómago.

"De. Jamé"  hable entrecortadamente.

"¡Te lo mereces!" dijo y siguió con su tortura.

"¡Por favor!" le pedí.

"Nunc- ¿Ya terminó en juego? ¡¿Perdimos?!" sus manos abandonaron mi estómago pero Tom estaba literalmente sobre mí.

"No es que quiera molestarte ni nada parecido pero ¿podrías quitarte de encima?" le dije.

Tom me observó y sonrió dulcemente.

"No." acarició mi mejilla. "Estoy muy cómodo aquí, creo que es un buen lugar para llorar la derrota."

"Si te quitas de encima te abrazo y dejo que llores en mi hombro." negocié.

"Trato."

El castaño quitó su peso de mi cuerpo y ambos quedamos sentados en el sillón.

"Te dije que iban a perder." me burlé un poco.

"¡Es todo!" Tom se levantó y caminó rumbo a la cocina. "Se supone que ibas a consolarme."

"No te vayas ¡estaba jugando!" corrí y salté a su espalda para llamar su atención. Afortunadamente me tomó de las piernas y me sostuvo.

"¡Te odio!" exclamó con fingida molestia.

"¡Te quiero!"

Quitó sus manos de mis piernas y me bajé de su espalda, él se giró para verme a los ojos.

"Me quieres ¿uh?" tomó mis manos. "También te quiero, ___(tn). En realidad estoy enamorado de ti."

Seguramente me veía estupida sin saber que contestar. Un "ay amor ¡también estoy enamorada de ti!" hubiera sido bueno.

"Creo que escogí un mal momento para decirtelo. Solo olvidalo." intentó quitar sus manos de las mías pero no lo dejé.

Antes de que pudiera separarse lo besé; Tom no tardó nada en contestarme el beso, rompí con la unión de nuestras manos y lo tomé del cuello acercandolo más a mí. Él colocó las suyas en mis mejillas.

"¿Debo tomar eso como que también estas enamorada de mi?" susurró a centimentros de mis labios una vez que nos separamos.

"Tómalo como quieras." le sonreí. "Tal vez la copa no regresa a casa pero definitivamente yo no pienso ir a ningún lado."

"Es todo lo que necesito."

Y nos besamos nuevamente.