El título es bastante descriptivo. Aquí encontraras one shots originales escritos por mí, provenientes de ideas locas que transitan por mi cabeza que vienen de distintas fuentes de inspiración. Los comentarios, sugerencias y pedidos son aceptados y...
Siempre hay una chica en cada grupo que hace pequeños regalos a sus compañeros en san valentín para que nadie se sienta olvidado. Esa chica eras tú.
Digamos que no te gustaba ver caras tristes por tu salón; fuiste votada como la chica más amable por tres años seguidos y la persona con más probabilidades de crear su propia fundación benéfica. Prácticamente eras la felicidad hecha persona y por eso Peter Parker estaba muy enamorado de ti.
Lo único malo que tenías es que no aceptabas citas. A lo largo de tus años en la prepa muchos chicos habían intentado salir contigo pero tú los rechazabas amablemente. Se había esparcido el rumor de que tus padres no te permitían tener citas pero la realidad es que ninguno de esos chicos te atraía. Por otro lado si Peter te hubiera invitado a salir las cosas serían diferentes.
Peter era educado, muy inteligente y adorable, por eso te gustaba tanto. Sin embargo nunca podías entablar una conversación con él ya que salía corriendo porque llegaba tarde o porque no encontraba las palabras para hablarte. Al principio ver como se congelaba en tu presencia te parecía tierno, pero ahora te frustraba bastante ¡solo querías una cita con él! ¿era mucho pedir?
Este día era tu día, no importaba lo mucho que él quisiera salir corriendo, tú no lo permitirías.
Acomodaste las tarjetas en tus brazos y comenzaste a repartirlas entre tus compañeros.
Para tus amigas había trajetas especiales y personalizadas, para el resto del grupo había tarjetas casi iguales con un mensaje sobre la amistad y para Peter había una trajeta extra especial.
Él se encontraba haciendo unos apuntes en la parte trasera del salón, casi quería pasar desapercibido. Deslizaste su trajeta entre su cuerpo y el cuaderno donde escribía, Peter te prestó atención de inmediato.
"¡Perdón no te vi venir!" se disculpó.
"No hay problema Peter. Feliz día de San Valentín." le dijiste y mostraste tu mejor sonrisa.
"Gracias por la tarjeta." te sonrió. "Feliz día de San Valentín para ti también"
"¿Te importaría leerla ahora?" intentaste no sonar desesperada pero aún así Peter notó la ansiedad en tu voz.
"Claro..."
La tarjeta estaba decorada minuciosamente, te encargaste de que cada detalle estuviera perfecto y Peter lo apreciaba mucho. Era una tarjeta muy bonita.
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Dentro de ella solo se leían dos palabras con perfecta caligrafía: "Me gustas" y un corazón dibujado a mano.
Te pareció una eternidad el tiempo que Peter tardó en leer esa simple frase de ocho letras, por el hecho de que los ojos del chico no daban crédito a lo que leía.
Me gustas. Me gustas. Me gustas.
Fué entonces que el cerebro de Peter pareció hacer clic ¡Tú gustabas de él!
Levantó la vista de la tarjeta y te encontró hermosa, tenías una mueca de nerviosismo y mordias tu labio inferior para evitar que él viera como temblaba.
"¿Y bien?" le preguntaste ya sin paciencia.
"También me gustas"
Todo el aire pareció drenarse de tus pulmones cuando Peter pronunció las palabras que tanto deseabas escuchar.
También me gustas. También me gustas. También me gustas.
Lo siguiente que pasó fue que estuviste entre los brazos del chico. Él te abrazaba con fuerza pero cuidando no lastimarte, tú envolviste tus brazos alrededor de su cintura y disfrutaste del contacto y su olor. Peter se separó de ti solo unos centímetros para mirarte a los ojos.
"¿Quieres salir conmigo?" te preguntó. "En una cita de San Valentín, s-si te parece bien"
"¡Sí!" aceptaste alegremente.
El castaño estaba a punto de aprovechar un ataque de valentía para besarte... De no ser por la campana que indicaba el inicio de la clase. Ya habría tiempo para eso después, en la cita que tanto habían esperado.
