Ángeles Caídos [En Edición]

[Capítulo IV]

Luego de la asamblea regresamos a casa y pasamos una semana sin recibir noticias ni nada. El jueves ayudé toda la tarde a mi mamá a coser mochilas, ya que se acercaba un viaje a la tierra.

Un viernes a la tarde Alaska me invitó a salir al parque que estaba ubicado en el primer nivel, mis padres si me dieron permiso, pero me repitieron alrededor de cien veces que era muy peligroso ir allá abajo. Fuimos a eso de las cinco de la tarde y el sol ya estaba a punto de apagarse.

También invitó a algunos chicos y chicas que yo no conocía muy bien, pero igual todo parecía normal.

Hicimos tipo un picnic con bebidas, galletas y cosas surtidas. Todo estaba bien hasta que veo los mismos ojos que me habían registrado una semana antes.

- Alaska. – la nombré. – es él, el chico de la asamblea.

- Allison, no te preocupes, deja que todo nazca desde ti.

- Está bien. – asentí mientras miraba al chico que igual me estaba mirando.

Estábamos al lado de un árbol que nos tapaba del viento. Todos estábamos charlando entre si hasta que el chico se paró de donde estaba sentado y se dirigió hacia mí por atrás de todos y su voz me llego al odio izquierdo.

- ¡Hola! – Me di la vuelta para mirarlo y él se había acuclillado a mi costado. - ¿Cuál es tú nombre?

- Hola, me llamo Allison. – contesté. - ¿Por qué?

-No lo sé, simplemente me pareciste guapa y me llamaste la atención. – confesó. - ¡Ah! Casi se me olvida, soy Frank, Frank Burton profesional conquistando chicas con alas, pero sobre todo un experto conquistando tu corazón.

Mi corazón latía a mil por hora. Él lo conquistaría.

Mis alas percibieron ese futuro romance.

Yo era una chica con alas.

Un ángel

De alas negras.

Y el sería mi conquistador.

Caja con forma de corazón. - Nirvana