A lo largo de la vida de Izuku Midoriya muchas cosas han cambiado.
Lo que empezó como una amistad fue evolucionando rápidamente así como sus sentimientos:
Calidez, inseguridad, confianza, caricias, promesas, familia, e incluso las estrellas. Todo...
"No tiene caso volver al ayer, porque era una persona diferente en ese entonces" Lewis Carroll
Uraraka me lo repetía una y otra vez. Yo no quería aceptarlo. Pero aquella tarde de invierno sentado en esa banca, viendo la nieve caer y tu figura alejarse de mi por fin me di cuenta cuan enamorado estaba de ti, pero a la vez, de lo imposible que sería que aceptaras mis sentimientos.
¡Pero no importa! ¡Está bien si no es así! Me basta verte feliz, me basta con ser tu amigo, recibir tus atenciones, tus sonrisas que son tan escasas, tener la libertad de ver tus ojos más cerca que nadie más, escuchar sobre tus problemas, tus tristezas o tus inquietudes. No importa.
Me repito.
Mientras pueda ser tu amigo, no importa. Mientras pueda atesorarte en mi corazón, no importa. Mientras me permitas permanecer a tu lado, no importa. Porque yo seré feliz, si tú lo eres.
Y lo fui, fui tan feliz en mis días de academia a tu lado. Fui feliz en nuestros primeros días como héroes graduados de UA Fui feliz al trabajar juntos en la misma agencia.
Incluso lo fui cuando encontraste a alguien a quien amar y aunque no pude evitar llorar en mi habitación, de verdad estaba feliz. Porque si le entregabas a alguien tu amor significaba que habías superado aquel temor de confiar en las personas, de sentirte expuesto, y de la cicatriz en tu rostro. Significaba que tú eras feliz y amabas a Yaoyorozu y ella te amaba a ti, y por más que sentía a mi corazón romperse a pedazos, sonreí cuando se presentaron ante mi anunciando su noviazgo.
No podía odiarla, como Uraraka pensó que lo hacia cuando me vio llorando amargamente, simplemente no podía odiarla cuando no era su culpa que yo haya caído atrapado en ti y en lo maravilloso que eres.
Ella no tenia la culpa de mi cobardía, de no querer arriesgarme a perder tu amistad para saber si había en ti algo, siquiera un poco, del mismo amor que siento por ti.
Fue mi cobardía. Fue mi inseguridad. No podía culparla a ella. La culpa era mía.
Así que reía con ustedes, les deseaba lo mejor de todo corazón y esperé, esperé con toda mi alma que, si alguna vez hubiera alguna posibilidad, te diría todo lo que siento, pero sé que eso no sucederá, no podría hacerlo. Soy un cobarde que no le importaba vivir con este dolor con tal de estar a tu lado.
Pero también me di cuenta de que tenía que hacer algo porque ya no podía soportarlo más, porque este amor es demasiado para mí, se volvió asfixiante y mortífero, me estaba devorando, me estaba dejando sin vida. Te amaba y te deseaba lo mejor, tu felicidad era mi prioridad, pero ya no podía fingir que yo sería feliz viéndote a lo lejos.
Solo tenía una opción.
All Might me ofreció la oportunidad de ingresar a una agencia de renombre, y aunque yo me negué insistió en que era lo mejor para mí. Él lo sabía, después de todo es como un padre para mí, me aconsejo que era lo mejor por ahora. Necesitaba pensar, alejarme de ti y tomar otros aires. Así que, después de meses de insistencia de su parte, tomé mi maleta y aproveché que habías ido en una misión y volé lejos, a los Estados Unidos.
No me despedí, no pude hacerlo en persona.
Sabía que tu misión era peligrosa y que por seguridad no tenían sus celulares. No podía llamarte, ni enviarte un mensaje y no podrías odiarme por irme sin avisar si no tenía manera de comunicarme ¿verdad?
Así que me fui. Sin despedidas, ni dolor.
Simplemente me fui recibiendo los abrazos de mi madre, de Iida y Uraraka. Estaba seguro que ellos te lo explicarían y en cuanto tu misión terminara leerías el correo que te envié explicándote sobre mi partida. Nada que comprometiera mis sentimientos, nada de verdad. Solo una pequeña explicación sobre All Might, una gran oportunidad y muchos deseos de crecer y ser un gran héroe. Pensándolo bien no era 100% mentira, era solo parte de la verdad. Era solo lo que podías saber.
Ni bien llegue All Might me entregó un celular diciéndome que era hora de empezar de nuevo. Tiré mi antiguo celular, solo guardé los números de Iida, Uraraka y mi madre.
Tenía que dejarte ir.
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