Como Crecemos, Como Cambiamos ♡

Capítulo 18 ♡

♡Sólo una semana había pasado desde mí alta ♡

Habíamos preparado ambas fiestas de cumpleaños atrasados, la de Aylen y Samuel.

Nadie sabía que era eso, sólo los cercanos, es decir, Alegó, Soledad, y Alba.

Los demás simplemente era una fiesta para que estuvieran con sus amigos, y la de Samuel, que se le apareció estar con sua colegas y liarla. Eso es lo que él dijo a sus amigos y amigas.

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A la niña le pusimos un par de  patatas de paquete, gusanitos,  unos refrescos y zumos, también dejamos unos cd's de música y dvd's de dibujos, en una sala sola para ellos, y mi esposo y yo fuimos a la cocina para preparar algún pastelito.

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Aylen =^_^=

Todos saltaban mientra se escucha de fondo a los payasos de la tela, y cantaban.

Hola Don Pepito
Hola Don José
Pasastes ya por casa
Por su casa ya pase
Vio usted a mi abuela
A su abuela yo la vi
Adiós Don Pepito
Adiós Don José

Yo: Jejeje! Alegó son unos críos- le sonreí-

Alegó: Tenemos 6 años, mi vida, somos unos críos, aún nosotros parecemos de otro universo, mira como hablamos,- me hizo burla y yo a él- jejeje!

Yo: Jejeje! Es que nosotros nos culturizamos. Nos gusta saber de todo.

Alegó: Eso es muy cierto.

Mi hermano Cristian jugaba con cochecitos y movía su cabecita a compás de la música.

Ahora sonaba.

Soy capitán, soy capitán
de un barco inglés, de un barco inglés
y en cada puerto tengo una mujer
la rubia es fenomenal y la morena tampoco esta mal
si alguna vez me he de casar
me casare con la que me guste más.

Alegó: Yo me casaré con una rubia de ojos azules.

Yo: ¿A sí? ¿Quién es esa que la mato?- me reí-

Alejó: Hmm! Pues con quien va hacer, contigo.

Acortó la distancia que había entre nosotros, y me beso, esta vez no era un beso rápido en los labios, sino que nuestras babas se mezclaban, mis mofletes se encendieron, sentía como ardían. Sus manos estaban en mi cintura, y yo entrelace mis manos detrás de su cuello.

Mi madre y mi padre nos van a matar, si nos ven. Pero me siento tan bien- pensé, mientras que seguíamos besándonos-

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Samuel =^_^=

Joder no me lo creía unos altavoces con un radio de coche, era el equipo de música, que con una alergadera estaba enchufada en casa. Se oía genial, mi padre sabía montarselas.

Todos mis colegas estaban pasándolo flama, yo estaba tirado en la arena, con Soledad, ella tan tranquila sobre mi acostada, su cuerpo no tocaba ni un poco de arena, todo lo contrario al mío.

Soledad: Me encantas, te quiero mucho, y me encanta que a pesar que sabes que no soy virgen me trates como tal.

Yo: Amor, tu si que me encantas, y para mi es como si lo fueras, no es agradable que abusen, y supongo que para ti el sexo es aun peor que para alguien que no lo uniera experimentado.