Cap. 12.- El juego

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Cuando fue la vez que creí en alguien?... por que siempre estoy sufriendo?...

Llevo dos semanas encerrado en casa, mi aspecto no cambio para nada, mi cabello sigue siendo plateado y mis brazos con ese color negro...

Deseo volver a ver a mi hermana, me dijeron que el la reclamo, que esto es un trato entre ellos, pensé que solo era un sueño pero no fue así...

Extraño mucho la vida que tenía antes, extraño ser normal, no entiendo por qué me pasan esas cosas...

Yo solo estoy abrazando a un muñeco sin sentimientos, porque estoy llorando?, para qué estoy llorando? Y cuando empecé?

Estaba perdido en mis llantos, pensé que me estaba volviendo loco por cada cosa que decía, miraba a la muñeca y le hablaba como si nada, tal vez la tristeza llego lejos pero por lo menos estaba consiente de lo que me estaba pasando...  

La noche llego y la luna dejo ver su luz, por alguna razón está vez su luz era mas hermosa que de costumbre, yo solo sonreía al ver esa luz, era como si me trajera calma el solo verla...

Después de eso sentí algo que se movio en la cama, intente levantarme pero estaba cansado, así que solo levante mi cabeza, me encontré con un conejo de dos colores, un lado de rojo y del otro un color acaramelado, tenía un parche en su ojo derecho, parecía estarme vigilando...

Me levante y lo mire más de cerca, me tome mi tiempo de mirarlo detenidamente, hasta que la muñeca que tenia en mis brazos salio corriendo, me asuste y caí de solo verla, el conejo también hizo lo mismo y salio tras ella...

No tenia ganas de quedarme solo en esa casa así que los seguí, estos estaban en el patio de atrás donde la muñeca salto la cerca y el conejo pasó por debajo de esta, tenía miedo pero a la vez curiosidad...

Los seguí a lo que parecía una puerta azul, la muñeca se detuvo al ver la puerta y volvió a mi, en mi acción lo que hice fue tomar a la muñeca que corría hacia mi y abrazarla como si la fuese a proteger de algo o alguien... 

El conejo lo que hizo fue treparse a mi cabeza donde me daba golpesitos para que continuara...

La puerta se me parecía conocida, no quería abrir esa puerta por miedo pero el conejo seguía molestando...

Jason: Para ser un muñeco eres muy insistente. -le dije haciendo caso a su petición-

Camine hacia la puerta donde gire su perilla, me encontré con una fabrica de fondo al entrar y cerrar la puerta esta desapareció, me quede quieto buscando con la vista la puerta que desapareció en frente de mis ojos...

La muñeca que tenia en mis brazos empezó a pelear contra mi agarre, la solté y está callo al suelo, me preocupe ya que ella era una muñeca de porcelana, pero estaba bien, está se levantó y me tomo de la mano, como ella era pequeña más o menos la estatura de una niña de 3 años tenía que agacharme un poco para sostener su mano...

La muñeca me llevo por las habitaciones de la fabrica, entre todo esos ruidos de metales habían cuerpos de niños, decidí acercarme pero la muñeca no me dejo, se paro en frente de mi y me miraba con esos ojos cristalizados de color celeste, me deje llevar otra vez de la muñeca pero mi mente estaba pensando que si entre esos cuerpos no estaba mi hermana...

Después de caminar por un largo tiempo caí de rodillas, estaba cansado de subir y bajar las escaleras y caminos inclinados, ahora que recuerdo durante esas dos semanas qué estaba en casa no había comido casi nada y también estaba con sueño, pero debido a mi depresión no sentía nada...

El muñeco me hacia señas y saltaba como si quisiera decirme algo, en eso escuche unos pasos que se acercaban, intente levantarme pero no podía, intente moverme un poco pero tampoco reaccionaba, el conejo empezó a jalar de mi camisa al igual que la muñeca, puse algo de fuerza y me escondí detrás de unas mesas que estaban algo agrietadas, quería ver quien era pero estaba cansado, empecé a respirar agitado, tenía sueño, hasta que una voz me hizo volver...

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