Visión peligrosa

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Marsella, Bocas del Ródano, Francia.
25 de febrero de 2025.
32 días antes de la tragedia.

—Recuérdame por qué no viajamos en mi jet privado. Godness, fue un viaje muy largo por tu culpa, maldita rana.

—En mi defensa... Con tu comida dentro, el jet se habría caído por dolor de estómago.

Dos días. Durante ese lapso el grupo de ALIM viajó a tierras francesas en una camioneta 2026 marca Jaguar; regalo de cumpleaños por parte del estaunidense.

Por otro lado, este había recobrado la conciencia la noche anterior, excepto el mexicano, y al ver a sus dos recientes aliados vivos comenzó una larga noche de preguntas y respuestas.

•••

Noche anterior

—Mhmm... ¿Romano?—Alfred masculló al chocar con la mirada del italiano mayor, que volteó rápidamente a la ventana de la camioneta—¿Cómo es qué...?

—¿Seguimos vivos?—Contestó con la mirada perdida— "No subestimes al espíritu italiano", como diría mi 'fratello'.

—Fue algo muy duro, pero logramos escapar. Tantos sacrificios quizá valieron la pena...—Habló bostezando Colombia, acurrucada en su asiento y enrollada en una manta.

Cazzo!* ¡Claro que no valió la pena!—Los presentes se asustaron al escuchar a Lovino maldecir en voz alta, llorando— España... ese bastardo... ¡Volvió a irse sin siquiera despedirse de mí! ¡¿Cómo puede ser tan insensible...?! ¿Cómo...pudo atreverse a dejarme solo...?

El rubio menor comprendió la ira y tristeza del italiano. España, en el pasado, algunas veces se había esfumado sin avisarle a este; obviamente con asuntos más importantes de Nueva España, Nueva Granada, el Virreinato de Perú, y un montón de excusas más.

El sacrificio de España no sería en vano.

So, ¿qué vamos a hacer ahora?—Preguntó Estados Unidos al ver que el italiano comenzaba a recargarse en la ventana y bostezar.

—No hay nada que podamos hacer...hasta el momento...—Dijo cayendo dormido y le siguió Catalina.

Sin molestar a ambos se movió un poco para acurrucar el cuerpo de Alejandro sobre el suyo. Era algo incómodo tener que dormir sentado, pero la calidez de sus cuerpos le facilitaba el sueño, sin mencionar que se le entumecieron las piernas por culpa del otro.

Justo empezaba a dormirse de nuevo cuando sintió la pesada mirada de la nación invernal.

Russia?

Ah, ignórame. Tengo problemas de insomnio.

—...

—No es por pensar que te molesta—continuó el ruso—pero aquí atrás hay espacio para recostarlo, solo digo si es que no estás cansado.

I don't need your help right now.

—...

Agh, está bien...—escupió molesto el americano—Te advierto que si le haces algo te mataré.

Finalmente, Estados Unidos cargó con la ayuda de Rusia el cuerpo inconciente a la parte trasera, recostándolo sobre el asiento y con un calambre en las piernas.

Los soldados no caenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora