• 40 semanas • (Paulo Dybala)

capítulo 5🌸

Valentina

Que loco todo, ¿No? Fui atropellada por PAULO DYBALA, no sólo eso si no que ahora mismo está mensajeándome preguntando como estoy. No sé si es suerte o mala suerte.

Escribí en mi celular diciéndole que me sentía bien y que no siga culpándose por el accidente, que ya pasó y yo también fui culpable. Me respondió que no quería dejar de hablarme. 

Paulo.

Sí,  seguía escribiéndole a la piba. Necesitaba dejar pasar el tiempo y que tome confianza en mí,  que me cuente lo de su embarazo, saber si verdaderamente era lo que yo pensaba.

Le escribí si podíamos salir a tomar algo esta tarde, pero a un lugar que no sea muy concurrido, había muchos periodistas que últimamente me seguían.

Le seguí hablando por el simple echo de que quería saber si su embarazo provenía de i borrachera, no por algo más, no me malinterpreten.

...

Pasaron unas horas y llegué al lugar en el cuál habíamos quedado con Valentina.  Estaba ella hablando por su celular. Me acerqué y al instante se despidió y cortó.

- Hola. - dijo tímida.

- Hola. - sonreí.  - ¿Vamos entrando? Hace frío ya. - asintió con una sonrisa y entramos juntos al bar.

Tomamos asiento y ella sacó su abrigo. Hice lo mismo y unos instantes después un mozo se acercó para dejarnos la carta. Solo tardamos minutos en elegir lo que pediríamos, ambos pedimos un Capuchino con medialunas.

- ¿Sentiste un dolor, o algo, después de lo que pasó?  - pregunté. 

- No. - rió.  - Ya te dije que te despreocupes, que ya pasó. 

- Pasa que nunca me pasó algo así y me preocupo mucho, además de que estás embarazada. - bajó su mirada y no respondió. Jugó con sus manos unos segundos hasta que volví a hablar. - Perdón,  si querés cambiamos de tema. - dije, no muy seguro de mis palabras.

- Si, por favor. - pidió forzando una sonrisa. Justo llegaron los pedidos y ella cambió de tema. - Me encanta el lugar.

- Si, re lindo, vine varias veces. - conté con entusiasmo.

Pasamos unas dos horas en el lugar y ella dijo que tenía que irse. Le dije que la llevaba, se negó. Insistí hasta que aceptó.  No iba a su casa, me hizo llevarla hasta una "Academia" por lo que dijo. Pero no lo era. Me di cuenta que no lo era. Gracias a unos amigos descubrí el verdadero labor de esta institución.

Era una clínica clandestina donde realizaban abortos.