REVENGE | Loki Laufeyson.

03

—Está será tu nueva habitación de hoy en adelante.—Le explicó deteniéndose frente a una puerta enorme, de un tono plateada y con pequeños diamantes incrustados en ella.—No es como Asgard, eso está más que claro, pero es lo que tenemos. Esperó te guste... y sí no, pues lástima.

Nur escuchó la risa de Loki a sus espaldas. Soltó un bufido, no pretendía hacerlo reír, ella decía eso con una molestia evidente. No planeaba ser amable con el, era un intruso y que se fuera. Nur empujo la puerta con brusquedad, abriendola. Los ojos de Loki se abrieron con sorpresa, pues todo dentro de la habitación parecía hecho de cristal; claramente, la cama era una excepción.

—La habitación es hermosa.—Nur dijo entre un susurro, llamando completamente la atención de Loki. Ella conocía muy bien aquella habitación, pues tiempo atras había sido suya.—Es la más grande después de la principal... y linda una vista a todo.—Señaló con la mirada al gran ventanal que estaba al fondo cubierto por cortinas transparentosas.

Loki le mostró una sonrisa, no pasando por alto la mirada nostálgica de Nur. Bueno, tampoco es cómo si ella tratará de esconderla, era muy evidente.—Gracias.

Loki comenzó a mirar a su alrededor, estudiandola. Su nueva habitación era bastante grande, no tanto como la de Asgard, pero la que tenía estaba bien para el. Además no se quedaría mucho tiempo ahí, el tenía que regresar pronto a...

El entrecejo de Loki se arrugo al recordar su supuesto "hogar". ¿Había sido su hogar realmente? Se preguntaba. Pues Odín sólo lo había mantenido ahí como un simple objeto del cual podría usar en algún momento crítico.

Apretó su mandíbula al sentir como sus ojos comenzaban a picar y la tristeza y odio comenzaban a ahogarlo nuevamente. Loki no era una persona emocional, pero todo lo que había ocurrido le había calado hasta los huesos.

Sin duda alguna, Loki sentía un tremendo rencor hacia Thor y Odin. Los odiaba con todas sus fuerzas. Se sentía usado e inservible, durante toda su vida, nunca se había sentido tan engañado en toda su vida. Juraba que se iba a vengar, que los iba hacer pasar por todo lo que estaba sintiendo ahora.

Nur se cruzó de brazos y arqueó sus cejas observando llena de curiosidad al príncipe de Asgard frente a ella. Aunque tuviera la mirada baja, alcanzaba a ver su rostro contrariado y sus ojos rojos y brillosos. Estaba más que claro que no le interesaba en lo mas mínimo lo que le sucediese al intruso, pero Nur tenía un defecto que ella consideraba el peor de todos, y ése se llamaba curiosidad. Aunque no quisiese, ella siempre tendría que estar ahí para averiguar que ocurría y por qué ocurría. Y recordaba que eso la había metido varias veces en problemas cuando era pequeña, como cuando descubrió que su tía se acostaba con el comandante de los soldados.

Los pies de Nur se movieron instintivamente unos pasos adelanté y su cuerpo se inclinó un poco.

—¿Intruso, te encuentras bien?—Preguntó fingiendo desinterés, aunque por dentro estuviera haciéndose miles de preguntas. Loki sintió una enorme incomodidad ante la mirada insistente de la peli-blanca
y velozmente asintió.—¿Seguro? No pareces estarlo, no es qué me importe y bueno, no es como sí nos conociéramos ni nada de eso pero puedes decirnos. Ahora eres el invitado de la bruj... Reina y cualquier cosa que le moleste, aunque sea mínima, puede decirlo.—Le sonrió falsamente mirando de reojo e irritada a su gran lobo blanco, el cual comenzaba a restregarse en las piernas de Loki.

Loki dirigió su mirada hacía ella y le mostró una sonrisa floja. Pronto sintió como una lágrima vacilaba con caer por su mejilla e inmediatamente la limpio.—Estoy bien, gracias.—Le respondió dando una rápida caricia al lobo en sus pies.—Parece más un gato.

—Sí, es un lobo pero su alma siempre será la de un gato.—Comentó encogiéndose de hombros y llamando a su lobo, el cual de inmediato obedeció y se dirigió a ella.—Me tengo que ir, si necesitas o te incómoda algo, sólo llámame.—Le informó dando media vuelta.

Loki se acerco a la chica y se apresuró  a tomar de su brazo antes de que pudiera desaparecer de la habitación.—No me haz dicho tu nombre.

—Nur, príncipe Loki.—Respondió ella mientras se soltaba suavemente del agarre de Loki.

El entrecejo de Loki se arrugó y su boca se frunció en una línea, negó un par de veces y habló.—No me digas así, sólo llámame Loki.

Las comisuras de los labios de Nur se levantaron ligeramente, casi mostrándole una sonrisa.—Como quieras, pero frente a la Reina serás príncipe Loki.

—Me parece perfecto.—Respondió con una gran sonrisa.

—Me tengo que ir, nos vemos luego Lo-ki.—Se despidió enfatizando su nombre y haciendo una reverencia exagerada.

Nur dio medía vuelta y Loki observo como desaparecía de su vista. Tan sólo unos minutos con ella y pudo deducir que era bastante infantil e informal, aunque tratara de ocultarlo.

Un suspiró salió de sus labios y por segunda vez sus ojos de nuevo se cristalizaron y ahora, que por fin estaba solo, se dio el oportunidad de dejarlas salir. Más que nada porque aquellas lágrimas que caían una tras otra eran de odió puro.