La noche que lo cambio todo.

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Cada tarde y mañana salía a correr, comía mucho más saludable y todo parecía dar frutos. Ya no estaba tan gordo como antes y ya tenía la suficiente confianza en mí mismo como para poder superar a Guy en tener chicas.

Como era de costumbre, siempre que terminábamos alguna reunión en el departamento de Jonny y Chris debía caminar al paradero más cercano, lo único que cambio fue tener la compañía de Guy, quien ahora estaba mucho más cercano a mí.

- Veo que ya no estás tan relleno como antes- me dijo mientras caminábamos.

- Claro, ahora podre tener a todas las chicas que quiera- dije con orgullo‑ oye, ¿No es esa tu novia?

- ¿Dónde? ¡Will escóndeme!

- ¡No te escondas! ¡Puedo verte perfectamente! - gritaba furiosa- eres un poco hombre, ¿Cómo se te ocurre hacerme esto? - comienza a llorar.

- Pu... Puedo explicarlo- trataba de hablar desde mi espalda escondiéndose de Rose.

- ¿Explicar? ¿Qué vas a explicarme? La semana pasada te vi con cinco chicas distintas.

- Rose yo... - en ese instante Rose me empuja con mucha fuerza, dejando a Guy desprotegido, y le da una abofeteada tan fuerte que a mí me llego a doler.

- No quiero que me vuelvas a hablar nunca más- se retira.

El golpe que recibió Guy fue tan fuerte que parte de la mano de Rose quedo marcada en su rostro, yo estaba en shock, pero también me permitió darme cuenta de que no quería terminar como Guy, un mujeriego que es golpeado en plena calle.

- Que se vaya... mujeres hay bastantes.

- Vamos Guy, mira en el estado que estas y dices eso.

- Que mal que hayas tenido que ver esto.

- Mejor da gracias que no fue a alguna de nuestras presentaciones.

- Tienes razón... Will, ¿quieres ir conmigo al parque de diversiones?

- Bromeas ¿cierto? - me parecía demasiado raro que Guy me invitara a salir.

- Para nada, tenía pensado ir con Rose, pero ya viste el escándalo que hizo... ya sabes, para no perder el dinero.

- Bueno, ya que insistes ¿Cuándo iremos?

- Esta noche, así que ve a arreglarte... quizás consigamos algunas chicas para divertirnos- dijo levantando las cejas.

Llegue a mi casa y rápidamente fue a darme un baño ya que acordamos juntarnos a las diez de la noche y Guy vendría a buscarme. Me vestí y baje a ver si Guy había llegado, cosa que fue así, me sorprendió bastante ver lo ahí esperando ya que él no solía ser muy puntual y esta vez llego quince minutos antes, nos saludamos y partimos rumbo al parque de diversiones, Guy estaba muy bien vestido, siempre sabía que usar para la ocasión.

Cuando llegamos al parque, no pudimos subir a casi ningún juego gracias a la estatura de Guy, era bastante gracioso ver su cara cada vez que le decían que era muy chico, por lo tanto, nos perdimos los que más adrenalina entregan, pero eso no fue del todo malo ya que pudimos aprovechar de otras atracciones.

Ahí se encontraba, brillando y girando una gran rueda de la fortuna, la cual gracias al cielo no tenía restricción de tamaño, subimos emocionados. Ya en la cima se podía ver un hermoso paisaje iluminado por las luces de la ciudad, estaba totalmente maravillado y disfrutaba de aquel espectáculo hasta que mire a Guy, sonriendo y también conmovido por aquellas luces que se reflejaban en sus ojos. Mi corazón comenzó a latir más fuerte que lo normal, una pequeña electricidad recorrió mi cuerpo y yo no lograba entender que pasaba conmigo, pero en ese instante mi percepción de que tenía sobre él cambio totalmente, ya no era aquel tipo egocéntrico que miraba en menos a los demás si no que paso a ser un chico sencillo con una hermosa sonrisa. En ese instante Guy me mira, me sonríe y baja la mirada.

Esa noche Guy se comportó como todo un caballero, me invitaba a comer o trataba de comprarme cosas, discutía con él ya que no quería que solo él tuviera que pagar todo, por lo tanto, pagamos todo a medias. Cuando ya era tarde se encargó de acompañarme hasta mi casa, se despidió con un abrazo y me dio las gracias por haberle acompañado.

Aquella noche me fue difícil dormir ya que el solo recordar aquella sonrisa me quitaba todo el sueño. Después de ese día me volví muy cercano a Guy, nos conocíamos el uno al otro cada vez más, tanto que ahora disfrutaba de su compañía.

Cuando nos reunimos como banda, Guy menciono que se acervaba su cumpleaños y que le fascinaría la idea de celebrarlo con nosotros porque tendría la casa sola, pero quería algo más íntimo y entre amigos. Esa noche llegamos casi al mismo tiempo, yo le había comprado una chaqueta de cuero negra, sabía que le gustaría ya que siempre me decía que quería tener una, Jonny y Chris llevaron tragos. Y fue así como le dimos comienzo a la celebración, estuvimos hasta tarde y ya era hora de irnos a nuestras respectivas casas, todos nos despedimos y antes de salir Guy me llama.

- Will, es un poco tarde para que te vayas solo... si quieres podrías quedarte aquí esta noche.

- No quisiera molestar Guy.

- No para nada, vamos... además tengo algo que podría gustarte.

- Está bien, me quedare- lo pensé por un momento, pero tenía razón, Jonny y Chris se irían juntos y cualquier cosa me podría pasar caminando solo... y también quería saber que era lo que ofrecía.

- Ven, vamos al patio trasero- me hizo señas para que lo siguiera.

- Ya dime que es Guy, me tienes intrigado- dije mientras me sentaba a su lado.

- Es esto- me enseñaba una bolsa pequeña con mariguana- ¿quieres fumar?

- No gracias, no me gusta.

- ¿Ya la habías probado? - pregunto mientras hacia el porro.

- No, pero...

- ¿Entonces como sabes que no te gusta? Pruébalo y si no te gusta me lo pasas- lo enciende.

La verdad era la primera vez que lo hacía y ni siquiera sabía cómo se tomaba, Guy se reía al ver mi torpeza.

- ¿Y qué tal?

- Bien... no... fue... - comencé a toser mucho.

- Jajaja no tenías que fumar tanto la primera vez- se reía a carcajadas.

- Pudiste haberlo dicho- mientras me recuperaba de ese ataque de tos, lo vi sonriendo... no me explicaba porque esa sonrisa me provocaba cosas extrañas, pero me gustaba verlo reír.

- ¿Quieres compartir el humo?

- ¿Cómo haces eso?

- Así... - inhalo bastante, lo mantuvo por cinco segundo y luego se gira hacia mí y me besa pasándome el humo.

- ¡Guy qué diablos! - me sorprendió bastante aquello que hizo, sabía lo que era compartir humo, pero nunca pensé que lo haría de verdad. Pero esa corriente llego a mi nuevamente, mi corazón latía a mil por hora.

Nos quedamos mirando, el no sentía vergüenza alguna ya que era totalmente normal para el ese acto, pero para mí fue una descarga eléctrica, desvié la mirada y al ver lo otra vez me atreví a acercarme más a él. Desde esa noche en la rueda de la fortuna lo supe, Guy comenzaba a gustarme, quise negarlo durante todo este tiempo, pero no pude, caí preso de mis tentaciones.

Me acercaba más y más, a tal grado que nuestras bocas solo estaban a un centímetro de distancia, nuestras miradas chocaron, pero solo fue por un instante, ya que un apasionado beso interrumpió ese encuentro, Guy besaba de una forma única, me hacía sentir cosas que nunca antes había sentido.

Politik (Berrychamp Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora