I Missing Your Face 『 국민 ¦ Kookmin』

♡; Prólogo.

"Terminamos.."

¿Puede ser posible?, la oscura y fría noche anunciaba que se aproximaba el invierno, la época favorita de JiMin para estar en brazos de su amado novio, mientras tomaban chocolate caliente con unos bombones y hacían galletas de chispas de chocolate.

El favorito de JungKook.

Pero la vida suele ser hija de puta, arrebatandote lo que más amas. En este caso, al que más amas.

Park JiMin, un chico de baja estatura pelinegro se encontraba en su cuarto echo pedazos al recordar las hirientes palabras de su antiguo novio.

[...]

JungKook había llegado a la casa de su novio, quien lo recibió con besitos en su cara y muchos mimos, pero el castaño venía raro y callado. Algo que no solía hacer.

—¿JungKookie? — Park preguntó extrañado a ver a su novio muy nervioso y distraído.

Este no es mi Kookie.

—JiMin, tenemos que hablar — quitó las manitas de JiMin que jugaban con su cabello.

Cada toque hacia a JungKook dudar más de lo que se aproximaba, el tacto de JiMin lo dormía y se preguntaba sí se arrepentiria de esto.

—Kookie, dímelo ya me pones más nervioso por favor.. — el pelinegro se preocupó más. Su novio no era así con él.

Qué no pase lo que se está imaginando su dulce cabecita.

—Estoy enamorado de alguien más.

JiMin sintio su mundo venirse abajo, la noticia le callo como balde de agua fría perdiéndose en su mente, su lindo novio ya no lo amaba más.

No no, Esto debe ser una broma.

—JungKookie no juegues así conmigo, sabes que no me gustan tus pesadas bromas — JiMin tiernamente hizo un puchero y se cruzó de brazos.

JungKook tenía su mirada neutral, sin ni una pizca de broma al contrario, seguí a firme en su lugar.

—¿Soy poco para ti? — preguntó el pelinegro con voz quebrada.

—Lo siento JiMin, me di cuenta que no era del todo feliz contigo.. Ella lo tiene todo — el castaño hablo como un adolescente enamorado.

Y desde allí entendió todo.

—¿E-ella? — preguntó con temor Park, no quería perder a JungKook.

Era la única persona que amaba con toda su vida, sus padres lo abandonaron cuando era un niño de cinco años en la callé, y tuvo que vivir en la callé por un tiempo consiguiendo un poco de dinero y buscando comida en las bolsas que dejaban tiradas, dormía sin conocer el amor de una familia y en las frías noches de Busan, hasta que ese lindo ángel de dientitos de conejo y aquella mujer lo llevaron a su casa dándole techo, comida, protección y amor.

Desde ese día agradeció a la señora Jeon por haberse ocupado de él ya que era una carga más, a lo que la señora negaba y estaba agradecida de dar luz y felicidad a su familia, era como su madre y JungKook su Dongsaeng. Le debía demasiado, que era difícil dejarlo ir.

—Sí, Lalisa.. —afirmó el castaño.

JiMin con lágrimas en sus ojitos, no le quedo otro remedio que aceptar las cosas.

Sí mi JungKookie es felíz, yo lo seré.

—Está bien, no te puedo obligar a que te quedes conmigo — JiMin dijo dolido.