Hola Gongchan, de nuevo yo, Jinyoung.
No me considero especialmente cotilla, creo que curioso me define más, cotilla suena muy de programa tertuliano.
No veo el motivo por el cual debes sentirte avergonzado por llorar... Las lágrimas son la forma de expresarnos más hermosa que tenemos, junto a las sonrisas. Una lágrima puede contener tantas emociones que todas y cada una de ellas deberían ser atesoradas, y no tratadas como algo vergonzoso. Piénsalo.
Por otro lado, ya me extrañaría que hubieses aceptado el dinero, no creo que eso hubiese ido con el Gongchan que empiezo a conocer, pero de todas formas quiero que sepas que si algún día tienes algún problema económico realmente grave, no deberías ni dudar dos veces antes de pedirme ayuda. De verdad.
Estoy seguro de que te encantará la residencia Kim, aunque sea temporal, no tengas prisa en irte de allí, es un lugar maravilloso con gente encantadora. La señora Kim llegará a ser parte de tu familia.
Por otro lado, y sin ánimo de parecer descortés o maleducado, me sorprende que aún no hayas tenido tu primera cita o beso, pensaba que con la popularidad que pareces tener entre el público femenino, ya ni te acordarías de ello... Pero por algún motivo eso me alegra, significa que tienes personalidad y que no te dejas llevar. Me alegro mucho.
Egocentrismo no creo que sea la palabra apropiada para las intenciones que tengo con mi libro, aunque es un punto de vista interesante. Verás, cuando vemos una película y el personaje con el que hemos creado un vínculo emocional a lo largo del film sufre, sentimos tristeza, no es así? Sentimos tristeza por su historia, porque él se siente triste y eso nos duele. Bien, mi meta es... Podría conseguir expresar mis sentimientos de una forma tan descriptiva, que la persona imagine la situación en la que estoy y sienta conmigo? No sé si me estoy explicando bien, pero creo que no es egocentrismo, es más bien empatía incitada.
Me disculpo de nuevo por haberte visto llorar. Tampoco estoy contento con ello; preferiría que tú mismo y por tu propia voluntad me hubieses enseñado ese lado de ti, pero ahora que ya está visto pues no puedo hacer otra cosa más que atesorar aquel momento íntimo en mi memoria y anotar lo que sentí al verte en mi libro. Con tu permiso, claro está.
Llamarías a la policía solamente por tener un cliente que acude comúnmente al café? No creo que la denuncia avanzase mucho, pero si llegamos algún día a la situación, lo averiguaríamos.
Una última cosa que quiero aclararte, GongChan; yo siempre voy a estar a tu lado para ayudarte, siempre, o al menos hasta que tú ya no me quieras ahí.
Sonreí en el metro, leyendo de nuevo la carta y dándole otro sorbo al café con hielo de mi vaso. Al salir de la residencia Kim, conseguí no entretenerme demasiado con la adorable señora que insistía en prepararme un desayuno casero. La oferta era tentadora, pero debía pasar por casa a tomar las cosas de clase y terminar de empacar; esa misma tarde me instalaría en mi nuevo hogar temporal.
Bajé en mi parada, tirando el envase vacío en una papelera de la estación y me apuré a casa. Llevaba el tiempo algo justo.
En cuanto estuve en casa lo primero que me apuré en preparar fue la bolsa para la universidad, me quedaba una hora y media y tardaba cuarenta minutos en llegar, así que eso era lo primero que tenía que dejar listo para salir corriendo. Me acerqué a mi mesa de noche, vaciando los cajones en una caja, parándome a pensar bien qué tirar y qué conservar para no tener que llevarme demasiadas cosas conmigo. Decidí tirar todos los papeles que no veía útiles y simplemente conservé algunos apuntes viejos del curso y los documentos importantes.
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Beautiful Words
FanfictionGongchan es un estudiante que trabaja en una cafetería del centro de la ciudad para poder pagarse la carrera. Todos los días, a la misma hora, un apuesto cliente aparece por la puerta, se sienta en el mismo sitio, y pide lo mismo. Este misterioso h...