Mi lugar

Amor de mi vida.

Fuimos fuego y eso acabó quemándonos por completo.
El frío no traspasaba nuestros cuerpos, siempre vivía en nosotros la chispa y las ganas de querernos comer el mundo.
Al final sólo nos comimos a nosotros, tanto que ya no somos uno, somos dos que han perdido el rumbo y son incapaces de hallarse.
Tu camino se separa del mío y por más que trate de encontrarte, no estás.
Estiramos tanto de la cuerda floja que se quebró en mil pedazos, para dejarnos solos en la interperie de uno mismo.
Sólo me queda aprender a vivir con un amor imposible, de esos que quieres tanto que duelen.
Olvidarte ya no existe, jamás se podrá olvidar a alguien que nunca dejará de serlo todo.
Me quedan los días, las noches, cada despertar contigo, cada momento que fueron únicos y todos las promesas que nos prometimos y que al final ninguno cumplimos.
Te deseo lo mejor, ojalá encuentres un amor que solo te dé felicidad y no todas las noches en vela, llorando y con el corazón apunto de romperse. Te quiero y nunca lo dudes, pero nunca supe cómo demostrartelo.

Eres el amor de mi vida, por mucha oscuridad que ambos tengamos.