Carmesí || Katsudeku

Parte 2: El Color del Bosque y la Montaña.

Allí estaba de nuevo, sentado en aquel sofá, con mi cara de pensativo viendo el álbum de fotos que tenía guardado en mi habitación, mi madre cortó el cartón de leche y lo abrió por la mitad, dejando ver el bloque congelado completamente.

—Los refrigeradores del supermercado son muy eficientes— Dijo mamá, colocando la leche congelada en una olla a fuego lento para descongelarla,  necesitaba la leche en estado líquido.

—Cuando la tome no estaba tan fría, y mucho menos congelada — Dije sin prestarle mucha atención a quizás una situación menos importante a la que estaba resolviendo ahora, solo seguí mirando las fotografías.

—Bueno, ya no importa — Dijo intentando distraerme, dejó por un lado la cocina y fue hasta mí, tomándome de los hombros con sus delicadas manos mientras que observaba también a detalle todas las fotos.

Suspiré nuevamente después de unas horas de no hacerlo, había algo que no encajaba, faltaba una fotografía del álbum ¿Cómo estaba seguro? Pues recuerdo muy bien que mi mamá hace unos varios años había llenado el álbum y por éso decidió comprar otro. Además también puede ver unos garabatos que al parecer decían o significaban algo, pero no entendía muy bien el tipo de letra y mucho menos recordaba si esa era mi letra de pequeño, por lo que simplemente no le dí importancia, era curioso pero igual no había algo que pudiera hacer para encontrar la fotografía.

Mi madre prosiguió a seguir cocinando,  mientras que yo solamente ayudaba a limpiar y asear la casa, discutí un buen rato con ella, pero al final cedió. Sirvió la comida y empezamos a comer, ciertamente con un aire nostálgico invadió el lugar, ya que tenía mucho tiempo en el que no convivía con ella. Terminé de comer, lavé los platos y ella se fué a dormir, sin embargo yo estaba totalmente aburrido, así que un a vez más visualicé el álbum, habían muchas cosas que no recordaba de mi infancia, pero algo en lo que sí podía darme cuenta era de que en aquellas fotografías abundaban los espacios naturales y los hermosos paisajes.

¿Desde cuándo no visitaba una montaña, o siquiera un campo? La última vez que recuerdo era un día de picnic, en el cual solo fuimos mi  madre y yo, debido a que estábamos muy aburridos en casa, pero éso sucedió cuando tenía 10 años,¿Habían más veces en las cuales visité sitios abiertos? Después de determinarme ésa pregunta, automáticamente se me apareció una de las respuestas que tanto buscaba, recordando que el dueño de las letras y también el significado de las mismas.

—"Vé al Lugar Secreto"-—Me dije a mí mismo después de leer, una vez más, los garabatos escritos por que ahora es mi rival y antiguo mejor amigo: Katsuki Bakugou.

Si mal no recordaba, era un lugar muy especial, donde abundaban el rojo y los tonos naranjas, pero francamente no sabía muy bien donde quedaba ese lugar, mis vagos recuerdos no me proporcionaban la información que necesitaba ¿Avaso alguien más sabía a donde tenía que ir? La única posibilidad era Mitsuki Bakugou, la madre de Kacchan.

Entonces empecé a redactar una nota a mi madre, escribiéndole que iba a salir y que volvería pronto, diciéndole que iría al "lugar secreto".

Una vez escrita la nota,  a plena 1:06 de la tarde, emprendí rumbo a la casa de Kacchan, toqué el timbre dos veces y de inmediato me abrió aquella mujer rubia, duró unos segundos procesando quién era yo hasta que por fin me reconoció.

—¡Izu Chan!— Exclamó abrazándome y repartiéndome besos por toda mi cara —Mira cuanto tiempo ha pasado, eres ya todo un hombrecito- Reía y sonreía al verme, luego me invitó a pasar.

—Katsuki no está en casa, la verdad nunca me dice a donde va ése mocoso, solo desaparece y llega después — dijo apenada la mujer, a diferencia de su hijo, ella poseía el mismo carácter pero no era arrogante, testaruda o mucho menos orgullosa.

—Oh, tranquila Sra. Bakugou, solo vine a hacerle una pregunta a usted— Ella me invitó a sentarme y me ofreció a modo de señas si deseaba algo para tomar, a lo que yo negué con mi cabeza.

—Por casualidad ¿Usted no sabe dónde de queda... —Hice una breve pausa para pensar de mejor manera lo que iba a decir—El " Lugar Secreto" De Kacchan y yo cuando éramos niños?

La Sra. Mitsuki abrió los ojos de par en par,  mostrándome un semblante que reflejaba nerviosismo y miedo, se le veía en el rostro que en su mente se debatía si decírmelo o no, al cabo de un minuto,  la mujer rubia al fin decidió  pronunciar las palabras.

—Sí, yo sé cuál es y dónde queda el lugar secreto, pero, lamentablemente no puedo decírtelo— Aquellas palabras fueron como dagas envenenadas al corazón, y no entendía el porqué un dolor repentino invadió mi pecho, las lágrimas salieron de mis ojos sin siquiera pedir permiso, de esta forma y al ver mi estado emocional,  la Sra.Mitsuki una vez más abrió la boca.

—Le prometí a Inko que no te diría nada, pero parece que ya estás empezando a recordar — No entendí mucho qué era lo que intentaba decir, pero sin más, ella me dió un papel con la dirección, una pequeña foto de cómo era el lugar, y un poco de dinero para llegar, ya que había dejado mi billetera en casa.

—El "Lugar Secreto"— Dije una vez más, viendo ante mis ojos un enorme lugar, un sendero bloqueado con cintas de Seguridad y varios troncos bloqueando la entrada del único camino, me había tomado al rededor de dos horas, siendo las 3:37 llegar a este inmenso campo decorado con sus bellos colores naranjas.

— Necesito saber la verdad—Retiré con excesiva facilidad los troncos, dejando libre el camino, emprendía la caminata adentrándome al largo y extenso sendero.