Al día siguiente se despertó con moretones más grandes que la vez pasada, estaba totalmente con aruñones en todo su cuerpo, había despertado totalmente desnuda, algo que le pareció muy extraño a ella.
Los problemas empezaron para Cristina, ella ya no quería saber nada de nadie, solo quería estar sola para siempre, cada vez que llegaba la noche tenía que tomar pastillas para poder dormir tranquila sin que se despertase en las madrugadas. Ella ya quería acabar con su vida, no sabía qué hacer.
Los momentos extraños llegaron de nuevo a casa la Sra. María Eugenia pensó que de nuevo había llegado su madre a molestarla desde el mas allá, quiso hacer nuevamente la sesión de espantar espíritus o demonios pero ella pensó que solo sería por unos días y luego se iría.
Nunca se percató que su hija Cristina estaba cambiando absolutamente en todo, ya casi no salía, solo permanecía encerrada en su habitación tratando de explicarse porque le sucedían ese tipos de cosas, porque desde muy pequeña tenía contactos con seres del más allá.
Cristina trato de no quedarse dormida esa noche, ya estaba oscureciendo, el reloj marco las 7:00 pm, estaba ansiosa que sean las 12:00 am, quería ver que sucedía, empezó a tener pensamientos suicidas, fue algo que la asusto por completo, quería suicidarse en ese instante, fue rápidamente a su habitación, prendió las luces y se miró en su espejo, rápidamente en el espejo se comenzó a plasmar la cara del ser abominable, Cristina soltó un pequeño grito, su habitación empezó a penetrarse con el olor insoportable como si alguien muerto estuviese ahí. Ella no perdió la oportunidad de preguntarle porque induce a que ella tome la decisión de acabar con su vida.
Cristina le pregunta: ¿Por qué haces esto? ¿Por qué quieres que acabe con mi vida? Preguntas que las dijo con su voz tartamudeando con un miedo superable al de la vez anterior, su piel estaba completamente erizada, mientras miraba el reflejo del ser sobrenatural el cual reflejaba en el espejo. Él le responde: Hago esto porque me lo ordenan, quiero que acabes con tu vida porque todos en este mundo de los vivos tienen un ángel, solamente que tienen un error grabe de llamarnos al quererse quitar sus vidas, nosotros aparecemos, claramente no podemos irnos de sus vidas hasta que acaben con ella, soy tu Ángel Putrefacto y te llevare conmigo. Le había respondido con una sonrisa terrorífica y con una voz tan tenebrosa, esas que venían de otro portal.
Cristina trato de correr pero era algo en vano ya que su Ángel Putrefacto iba tras ella, abrió sus grandes alas, y voló hasta atraparla, en ese instante él le dice: Te lo dije, te llevare conmigo, nunca debiste de llamarme.
Cristina no se quería dar por vencida hasta que perdió el conocimiento, el Ángel Putrefacto había conseguido otra alma más, para su mundo sobrenatural, ese mundo que es el contrario al de los vivos, el mundo de los muertos, donde reposan las almas de muchas personas. La vida de Cristina había acabado por completo y el Ángel Putrefacto había cobrado una de muchas.
