Después de esas dos semanas sin ocurrir nada extraño, Cristina llega a casa como costumbre de ella, saluda a sus padres y se va rápidamente a su habitación a escuchar Black Metal, ese día no quiso leer, solo empezó a imaginarse cosas extrañas, como ¿Por qué ese ser me dijo eso? O ¿Quién lo mando?, mientras se imaginaba todo eso, ya empezaba hacerse más tarde, al momento de que vio la hora en su teléfono celular se dio cuenta de que ya era demasiado tarde, así que decidió irse a dormir, ya que estaba muy cansada y había sido un día muy exhausto para ella.
Apago las luces y se acostó arropándose completamente todo el cuerpo con una gran sabana de color negro con manchas blancas, mientras trataba quedarse dormida, comenzó a sentirse como aquella vez, cuando ese ser abominable la había visitado hace un tiempo atrás, Cristina se asustó ya que pensó que era el llamado “Ángel Putrefacto”, y no resulto ser así solo había tenido un pequeño susto, en ese instante escucho unos pasos, los que eran de un hermoso gato, su pelaje era de color negro y tenía unos ojos verdes esmeralda que alumbraba toda su habitación en la oscuridad.
Ella comenzó a sobar la cabeza del gato. Mientras se quedaba dormida, pasaron horas y se despertó en la madrugada el reloj marcaba las 03:33 am, hora llamada por algunos como la hora del Diablo o la hora de los demonios, Cristina pensó que las épocas de hablar con fantasmas o seres sobrenaturales había regresado, lamentablemente fue así, desde ese entonces iban a ocurrir cosas que ella nunca se iba a imaginar.
Trato de seguir durmiendo pero no pudo, la luna estaba brillante de repente comenzó hacer mucho frio, la piel de Cristina se erizo por completo, ella tenía un presentimiento, ella sabía que su Ángel iba a llegar en ese instante. Su habitación se penetro con un olor nauseabundo completamente desagradable y ahora mucho más peor que la vez anterior, le comenzó a dar nauseas, pero no se podía parar, estaba completamente paralizada. Entre la oscuridad apareció neblina de la cual salía un ser igual que el de la vez anterior, un hombre alto, con alas extremadamente tenebrosas, dientes amarillentos, de sus manos salían hileras de sangre como si se hubiese cortado las venas, en su rostro la piel tenía rasgada y se podía ver parte de los huesos de la cara, pero en esta ocasión tenía algo que no había pasado anteriormente, en su rostro tenia plasmada una gran sonrisa pero no de esas que causan gracia, sino una de terror, era totalmente horrorosa, daba miedo.
Cristina estaba horrorizada no sabía qué hacer entonces el ser abominable le hace una pregunta con su sonrisa terrorífica: ¿Me has extrañado?, Cristina estaba aterrorizada por ese extraño ser que la había visitado esa noche.
Cristina muy asustada y con su corazón latiendo más rápido de lo normal le responde: ¿Quién eres? ¿Por qué me visitas a mí? ¿Por qué no a otros?, el ser de otro mundo le dice: Ya te lo dije anteriormente, soy tu Ángel Putrefacto, solamente a ti porque eres la que debo de visitar, soy el que te induce a la muerte. Cristina comenzó a botar espuma por su boca y perdió el conocimiento al igual que la vez anterior.
