Capitulo 7:

1.4K 62 0
                                    


                                                 •~•

Y así me dormí (en ropa interior, por el puto calor que hacía, no entraba ni una brisa por la única ventana que había )

Me dormí con lágrimas mojándome toda la cara.

Lloraba sin consolación.

Sin piedad, porque así estaba ¿no?

Nadie tenia piedad de mi.

Ni mis propios padres...

                                               •••

Me levanté de la cama, cuando sentí un rayo de sol tocando mi cara, mejor dicho quemando mi cara.

No había dormido prácticamente nada, ya que pasé la noche llorando. No recuerdo cuando pude descansar un poco. Por lo tanto, sé que tenía unas tremendas ojeras.

Fui al pequeño baño e hice mis necesidades, salí y fui a mi mochila por algo de ropa y maquillaje.

Debía de ir a buscar trabajo ¿o no?.

No había espejo, así que me arregle al ojo.

No me pregunten que me puse de ropa, porque ya saben.

Salí de la casa, y vi al Señor de ayer. Lo saludé ignorando mi deseo de no hacerlo.

                                                   •••



Supongo que llevo mas de dos horas caminando, buscando una vacante. Pero, era muy difícil. En la universidad estudié medicina, pero no creo que pudiera trabajar en eso ahora mismo. Y más sin referencias.

De todos modos,  imprimí mis currículos y los llevaba a todas partes.

Ya era el medio día, y no había comido nada aún. Entré a una cafetería (Muy bonita en realidad) y me senté a esperar a que me atendieran. Cuando veo que un chico de tez blanca y cabello rubio se acerca a pedirme la orden.

Creo que será más difícil de lo que pienso.

-¿Que desea señorita?- Preguntó el chico con una sonrisa amable.

Dios que maldita vergüenza.

Pero bueno. No tenia otra opción.

-¿Puede traerme lo que sea de comer, a cambio de yo lavar los platos...? -El chico me mira extrañado y prosigo: -Lo que pasa es que, acabo de escaparme de casa, y no tengo dinero.

Que no es mentira.

Solo me quedan unas cuantas monedas, que pensaba usarlas en una Emergencia, ya que eran muy pocas. 

-En seguida regreso, señorita... -Y dicho esto, veo como su delgado y tonificado cuerpo se aleja.

Dios que hambre.

Al cabo de unos minutos el joven regresa y dice que no hay problema.

Juro que casi me muero al ver toda la comida que me trajo. Nose si es porque tengo mucho sin comer bien, pero era mucha comida y se veía deliciosa.

En la mesa tenía: Hamburguesas, papas fritas, dos pedazos de pizza y una botella de refresco.

Agradecí con la mirada al joven, mientras me miraba con alegría. Y luego simplemente se fue siguiendo con su trabajo.

                                              ••

Nose cuanto tiempo llevo tragando comida como una loca, hasta que escucho  alguien toser de modo fingido.

Mírame Aunque Sea Prohibido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora