Mírame Aunque Sea Prohibido.

Capítulo 10:

••

-Joder. Hasta que por fin llegas.

-Lo siento, lo siento. No me acordé. - Dijo con una sonrisa.

Lo mato

Bufé y salimos de mi habitación.

-¿Caminamos?

-Hmm...  Si. Está bien -Dijo y comenzamos a caminar por las calles mientras hablamos.

-¿Supiste que se incendió la casa del jefe?

¿Ah?

-¿Quien es el jefe? ¿De que hablas? -Pregunté.

-El jefe de la mafia más poderosa del País...

Wtf

-Estas pálida ¿Sucede algo...?

-¿Y ellos? ¿Es-están bi-bien?

-No hay buenas noticias...

-¿A que específicamente te refieres, Leo? -Dije calmadamente, intentando que no se me note lo que por dentro siento.

-¿Sucede algo Mónica...? -Dijo posicionándose delante de mi. Sentí que mis mejillas ardían.

No quiero que piense que conozco a esas personas.

Son peligrosos, y más peligroso sería que todo el mundo sepa que traté con ellos...

-Mónica...

-¡¿NO ME PUEDES DECIR DE UNA JODIDA VEZ QUE SUCEDE?! -Ya no aguantaba la desesperación.

Ya el hambre ni la siento...

¿Y si le pasa algo a Peter...?

No. No. No.

No me debería de importar Peter.

¿O si?

¡Él me dañó!   ¡Me trató como basura no joda!

¿Acaso a ese tipo de personas hay que preocuparse por como están?

¡Pero y si-si es-ta mu-muerto...!

¡Eso sobrepasa la barrera de que si me lastimó o no!

Pero no me importaba tanto él...

Sino, Jorge.

Dios.

Jorge.

¿No les a pasado que conocen a alguien y lo quieren como si ya tuvieran tiempo de conocerse ?

Solamente de pensar que algo le pasara...

¡Maldición no!   

Vuelvo a dirigir mi mirada hacia Leo quien calculaba cada expresión de mi rostro. Caí en cuenta que lloraba cuando siento su mano sobre mi mejilla.

Tengo que saber por mi misma si a esa gente el pasó algo.

Me importa una mierda si dije que ya nunca los quería volver a ver.

Necesito saber que están bien.

Quito su mano de mi cara y comienzo a correr. Corro y corro en dirección a la mansión ahora quemada. Espero Que Leo no me siga, y no me volteo para comprobarlo.

Solamente quiero saber si aquella persona que me salvó la vida, cuando nadie me tendió la mano. Estaba vivo.

Aquella persona que no le importó quedarse a dormir en el piso, por mi.  Aquella noche.