Cama de Clavos

19 2 11
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día lo inicié como de costumbre: 1.-Revisar los sistemas.

—Sombra, necesito ayuda con la revisión del sistema.

—Bien, dame cinco minutos.

La señal estaba funcionando de una forma extraña, pero no era reto para las habilidades de Mika.

2.-Desayunar cereales hidratantes. Mi desayuno favorito, ser Capitán Galáctico tenía sus ventajas, desayunar cereales era una de muchas, y 3.-Entrenar un poco de combate cuerpo a cuerpo para la siguiente parada, pero, esa mañana había amanecido con una sensación de soledad, imagino que también has llegado a sentirte de tal forma, estaba teniendo un día de mierda, uno de esos que ni ganas dan de pararse de la cama, quedarse todo el día acostado observando el frío color del techo y sintiendo la pequeña importancia que tiene tu existencia.

Esos días donde de alguna forma extraña y preocupante disfrutas ver como los minutos corren y desaparecen, sólo es esa forma en la que te das cuenta que pudiste haber logrado más si no hubieses tomado una decisión.

Esa mañana me sentía sólo, un hombre solitario comiendo cereales en una mesa de hierro, y mientras movía los cereales de un lado a otro miraba con silencio el ordenador que indicaba la distancia para el aterrizaje que nos daría respuestas.

—¿Qué pasa amor?

—Tengo ganas de morir...

Siendo el Líder del equipo tenía la obligación de ser la pieza más fuerte de la nave. Yo era, debería y sería la motivación de mi equipo, la motivación y bienestar del equipo era mi obligación, ser el mejor no sólo para el mundo o para mi equipo, sino, para mí mismo. Pero cuando llevas más de 5 años junto a las mismas personas, navegando por el aburrido universo, encerrados en una misma nave que conoces de pies a cabeza, es imposible seguir la promesa de ser el más fuerte y surge una distinta, una promesa que te hace uno con el otro y comienzas a formar parte de una familia. Nos cuidábamos de cualquier peligro, y si era necesario, pagábamos las consecuencias de aquellos errores que uno había causado. Pero ese día, nadie pudo lidiar con el precio.

—Hoy no necesitas ser un líder cielo, sabemos cómo te sientes. Es un mal día para todos...

Sombra es, sin duda alguna, la mujer más hermosa que jamás había conocido. Mi vida antes de subir a la nave consistía en una rutina de alcohol, sexo y pelea, a veces se variaba el orden, y aunque la mayoría de la sociedad pasaba a una etapa de transformar yo consideraba al alcohol mi único amigo, las pelas mi placer y las prostitutas las únicas que podían escucharme sin hacer reproche o decirme lo idiota que era o lo miserable que era mi vida.

NewLight: Saying GoodByeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora