Vidrios Rotos (1er Libro) (Terminado)

Obstaculos (Séptimo Capítulo)

Después de la pelea con Luna no me sentía tan seguro en mi casa así que Sergio me pidió quedarme con él al menos los fines de semana. Mi padre estaba tan ocupado con Amanda y Luna que no le importo si me tiraba de el techo de la casa. Era lindo despertar al lado de Sergio, el calor de su cuerpo que acariciaba el mio. Sentia su respiracion que se ajustaba con la mía y ponía mi oído contra su pecho para escuchar su corazón. A Sergio le gustaba despertarme con besos suaves en toda la cara. Después volteaba hacia mi para quedar cara a cara y era ahí donde sentía su pene endurecido cada mañana. Me lo rozaba en mi entrepierna y hacía que el mio endureciera también. Mi espalda y pecho estaban llenos de marcas que me hacía Sergio con la boca. De cierta manera yo veía que él sentía la necesidad de marcar mi cuerpo como marcando su territorio. No era fácil para él saber todo lo que había pasado con Julián y esta era la única manera que él se sentía seguro. Muchos pensaran que ser inseguro es algo malo, pero a nuestra edad de diez y siete años la inseguridad es algo muy común.

El cumpleaños de Sergio estaba cerca y el cumpliria los diez y ocho asi que decidi comprarle una cámara nueva. Una de las más recientes para que comenzara a filmar las cosas que él quería y cuando quisiera. Los padres de Sergio preparaban una comida para su hijo solo para los cuatro ya que ellos tenían una idea de lo que ocurría en mi casa y Sergio no tenía amigos. El dia de la comida de Sergio yo lo lleve de nuevo al río donde habíamos estado la primera vez. Puse una manta sobre el pasto detrás de los arbustos que nos escondieron esa vez.

"Toma" le dije dándole una bolsa de regalo donde venía la cámara.

"Qué es" preguntó.

"Ábrela" le dije y la abrió. Su cara se llenó de felicidad al ver la cámara nueva que venia en la bolsa.

"No puedo creerlo!" dijo y me abrazo y beso. Sergio dejó la cámara a un lado y me comenzó a tocar por todo el cuerpo.

"No quieres probarla" le pregunte entre besos.

"Lo que quiero es a ti" dijo y me deje llevar. Sergio me recosto sobre la manta y se acostó sobre mi. Sentí sus manos tocar todo mi cuerpo mientras me besaba y yo tocaba el suyo. Me gustaba su cintura donde ponía mis piernas entrelazadas mientras el empujaba su cuerpo para que sintiera su pene endurecido contra mi cuerpo. Me quito mi camisa y me paso la lengua por mis pezones. Le quite la suya y me besó de nuevo mientras sus manos me quitaban el pantalón y los calzoncillos. Le quite su pantalón y sus calzoncillos y le comencé a frotar el pene el cual ya estaba un poco mojado. Lo metí completo en mi boca y con la lengua le jugue la punta del pene. Sergio entonces se mojo los dedos con saliva y comenzó a jugar con mi ano metiendo un dedo dentro de mi. Con la otra mano frotaba mi pene y jugaba con mis testículos. Me recosto en mi espalda y subió un poco mis piernas para lograr meter su pene dentro de mi. Primero con movimientos lentos y despues mas rapido. Me tomo de la cintura y me jalaba hacia su cuerpo y al mismo tiempo empujaba su cuerpo para meter su pene más adentro de mi. Sentir su pene pulsar dentro de mi hacia que me mojara y con su mano comenzó a frotar mi pene para terminar al mismo tiempo.

Llegando a la casa de Sergio nos tomamos un baño y su padres le dieron la sorpresa a Sergio de la comida. Nos sentamos a comer, trajeron el pastel con sus velitas encendidas y cantamos para el. Sus padres tambien le tenian una sorpresa preparada a Sergio cuando uno de sus tíos llego con un carro para Sergio. No era un carro nuevo pero era un carro con el que se podía mover e ir a visitar a sus amigos a la ciudad si él quería. Lo vi tan contento que no podía contener y sonreír con el. Me di cuenta que aunque nuestra relacion habia comenzado un poco rapido, y conmigo todavía sintiendo algo por Julián ya no era así. Ahora sentía que lo amaba de una manera diferente. El era una buena persona con una familia excelente y que me quería con todos los problemas que yo tenía. Pensaba quedarme con él esa noche pero Ezequiel fue a buscarme personalmente. Dijo que era algo urgente sobre una junta familiar a la cual no podía faltar.