Parte 1: Descenso.

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Abrí los ojos

1.Oscuro, me incorporé.
Me sentí pesado, como si hubiera despertado de un sueño eterno.


2.Frío, pisé descalzo.
Me moví torpe, como si de un niño se tratase.

Me encontré algo perdido, no tuve idea donde estaba. Ecos de memorias resonaron en mi mente, pero no pude  entender ninguno de ellos.
Estuve confuso, un leve mareo y después oí, algo se arrastró en la distancia. Uno solo.
Revisé mis bolsillos, mi celular, sin señal; al menos bateria, poca.
En cuanto encendí luz, la oscuridad se apartó.
Habitacion pequeña, vacía, una puerta oxidada lo único.

Abrí.

Temeroso, errante y ansiosamente expectante del proximo suceso, ya sin torpeza caminé, poco.
Parece pasillo poco corto, no ví final.
Avancé aún más, cada paso volvió más frío todo.
Exhalé blanco.
Oí. Algo se arrastró otra vez, pero más fuerte, más cerca.
Cada vez más estrecho, llegué a una puerta oxidada.

Entré.

Cerré e hice luz, el vacío de la habitación solo interrumpido por un hoyo en el suelo. Me acerqué con luz, otra habitación parece. Salté y caí.
Di luz al lugar, solo otra puerta y oí. Arrastrado más cerca.
Salí por la puerta, pasillo, avancé.
Oí y la ansiedad subió, al final una puerta.
Entré y otro hoyo en el suelo.

Salté.

Al caer noté más frío.
Otra puerta, abrí y avancé.
Otro pasillo, esta vez distinto.
A mitad de camino un saco de tela cerrado. Grande.
El saco se retorció. Luego dejó de moverse.
Dudé si el arrastrado era aquél saco.
Avancé y al final otra puerta, otro hoyo.

Salté.

Temblé. El frío cada vez más. Cual bucle salí y avancé por el pasillo.
Oí. Arrastrado casi a la par.
La ansiedad por las nubes, mi corazón latió rapido.
Di luz a todo, el arrastrado no estuvo.
Ví, un armario viejo, vacío.
En cuanto entré algo también entró, en la habitación, el arrastrado.

El Descenso De Tánatos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora