Prólogo

1.1M 40.2K 9.5K
                                    

Dobló bruscamente en una calle y se estacionó. Nos miramos fijamente, desafiándonos con la mirada.

—Yo no le di esperanza e ilusiones. Ella sabía que la estaba usando porque no podía sacarte de mi cabeza. Ella sabía que estaba sintiendo cosas por ti, ella lo sabía—dijo con un tono de voz molesto. Estiró su mano donde me acarició con suavidad mi mejilla—. Ella sabía que quería estar contigo, pero tú no me dabas esperanza y aun no entiendo... que somos—movió las manos entre nosotros y soltó un enorme suspiro—. Me confundes, Anastasia.

—¿Qué quieres de mí? —pregunte con curiosidad.

—Lo quiero todo de ti, mi bella—me dio una tierna sonrisa—. Quiero que seas mi novia, mi chica, mi mejor amiga y más—apoyó su frente contra la mía y cerró los ojos por un momento—. He caído por ti. Me rindo, eres mi «hermosa rendición».

Nuestras narices se rozaron y su pulgar acariciaba mi mejilla con ternura.

—¡Joder, bella! Traté de resistirme a ti y ser solo amigos como me lo pediste, pero no pude. Simplemente caí por ti. Supongo que caí por ti porque fuiste la chica que me desafiaba con tus palabras y actitud.

Él me dio una sonrisa traviesa y puso un mechón detrás de mi oreja.

—¡Mierda! Eres tan bella que me fascina verte cada segundo del día —Tomó mi mano y la guio en donde estaba su corazón—. Ya me tienes, bella, ya tienes mi corazón.

Pestañee varias veces para poder seguirle el ritmo de sus palabras. Mi corazón dio un brinco de emoción al escuchar las palabras de Diego, pero otra parte de mí tenía miedo de nuevo a sufrir por amor. Tenía miedo por él, no quería que corriera peligro. Por ahora no puedo estar con él porque yo ya perdí a una persona que era importante para mí y no quiero que nadie más pierda la vida por intentar salvarme a mí.

Hermosa RendiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora