Sueños de Lujuria

Capítulo 3: Planificación

Hoy es un día nuevo por el simple hecho de que sigo con vida para poder dar inicio al plan maestro, salí de mi casa como a las 4:00pm o de la tarde para poder hacer las compras de la casa, en el camino para llegar a la tienda tuve la suerte de reencontrarme con una de mis viejas amigas, el nombre de ella es Alejandra, tuve la suerte de poder verla en aquel centro comercial, donde siempre nos reunimos con su familia para salir a platicar y convivir.

Al verla nuevamente no pude evitar correr hacia el apartado donde ella se encontraba ubicada, me había quedado perplejo por su belleza ya que en nuestros días de instituto ella siempre fue considerada una de las 3 bellezas del instituto debido a su gran carisma, su cuerpo irresistiblemente desarrollado, aparte de su cabello rubio y ojos verdes como esmeraldas, una verdadera belleza así es como todos la describen, ¿increíble verdad?, pero su inocencia era su mayor defecto, debido a eso y a que nos conocemos desde niños pequeños yo siempre le he protegido de los demás, puedes llamarle amor o cariño.

Ahora que me encontré con ella, me han llegado recuerdos de todo lo que hemos hecho desde que le prometí que siempre la protegería de cualquier persona que le fuera a hacer daño.

Cómo pasó cuando tenía alrededor de los 16 años mientras que ella tenía 15 años, estábamos en el parque, nuestras madres nos habían dado 50 pesos para podernos comprar algo de comer, habíamos ido a un puesto que estaba situado a 50 cm de distancia de nosotros era un pequeño puesto de elotes y esquites, fue en ese momento que tuve mi primera pelea para defenderla, ya que había unos 3 tipos de 17, 19 y 21 años que la andaban acosando sin motivo aparente, mientras que yo estaba a unos 10 pasos de distancia de ella, fue en ese momento que salí corriendo como loco hasta donde ella se encontraba, de ahí trate de alejar a los tipos de Alejandra, trate por todos los medios pasivos pero no funcionaba, fue ahí cuando tuve que recurrir a la fuerza, aunque por desgracia pasó aquel suceso, uno de ellos no era un simple chico llevaba consigo una navaja en uno de sus bolsillos del pantalón, entre los tres nos trataban de arrinconar pero por un golpe de suerte la pude alejar de ellos quedándome yo solo.

La verdad no sabría decir en que estaba pensando ese día, pero al ver la situación lo único que me decía era que no podía verla a ella siendo lastimada o dañada de cualquier manera por alguien. De ahí lo que recuerdo es ver como ella lloraba al ver como estaba siendo lastimado, mientras que era apuñalado por uno de ellos que tenía una navaja escondida en su ropa.

Me podría jurar que vi cada momento de mi corta vida pasar en cámara lenta, mientras que el acero frío atravesaba mi piel y se abría paso por mi interior dejando un dolor intenso que contraía mis músculos que bombeaban sangre que salía de la herida, mientras que con mis oídos escucha el lamento de Alejandra en lo que se acercaba a mí para recogerme, mientras trataba de pedir ayuda a la gente, las únicas palabras que llegaba a mi mente eran lamentable y débil, me sentía mal al no poder hacer nada más que estarme tirado en una de las esquinas del parque, de ahí quede inconsciente por 2 días debido a que había perdido mucha sangre, al tercer día logre abrir los ojos, solo para encontrarme con la lamentable imagen de ver que estaba mi familia y la familia de Alejandra esperando a ver si mi recuperaba.

Todos estaban a mi alrededor con lágrimas en los ojos, rezando y agradeciéndole a Dios, el que yo me haya recuperado en ese momento, me quede mirándola intrigadamente mientras que de su delicada boca sonaban las palabras lo siento todo fue mi culpa perdona me por favor.

le dije con un tono alegre y honesto:

leo: tu no tienes la culpa de nada ale.

ale: pe... ro por mi culpa te lastimaron, y no pude hacer nada mas que ver como te lastimaban.

leo: es mi deber recuerdas la promesa que hicimos de que no te dejaría que nadie se meta contigo.

ale: si la recuerdo pero no es justo que tengas que pasar por ello.

leo: tranquila que para mi es un placer verte sonreír siempre.

Después de eso nos tuvimos que mudar mi familia y yo a causa original del trabajo de mi madre.

Volviendo a la actualidad al estar reunidos los dos en aquel supermercado comenzamos a hablar de todo lo que ha pasado.

Leo: ¿Dime Ale que estás estudiando ?

Ale: A ver veamos recuerdas lo que me solías decir en la escuela.

Leo: Si... pero...

Ale: Pero nada

Leo: La cuestión es...

Ale: ¡¿Lo recuerdas o no?!

Leo: Si... pero que tiene que ver con esto

Ale: Solo contéstame eso Leo que te cuesta hacerlo.

Leo: Esta bien... si te dije que tenías futuro como maestra, debido a que todos los niños te querían.

Ale: Entonces ahí tienes la respuesta Ton...to.

Leo: OK, ok, perdón, no pensé que lo tomarías en serio lo que te dije.

Ale: En serio leo, no sé por qué te haces el duro el difícil.

mientras hablábamos caminando por los puestos que hay el mercado paramos pronto en uno que vendía hamburguesa, debo confesar que la atmósfera que había entre nosotros era algo romántica.