El Principio del Fin

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Mi cabeza duele, la siento estallar, el pitido en mis oídos no deja de molestar impidiéndome concentrar, mi visión esta demasiado borrosa, necesito recuperar todos mis sentidos, ahora....antes de que fuera demasiado tarde. Mi alrededor arde en llamas, de gran altura, el concreto cae en piedras de distintos tamaños, hay gritos de terror, todo absolutamente todo es caos, distintos rayos de luz se cruzaban en mi visión que apenas estaba recuperándose o al menos lo intentaba con el mayor esfuerzo posible, estire mi mano al costado de mi brazo derecho, intentado alcanzar.....solo un poco más.

¿Cómo habíamos llegado a esto?
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Squib
Esa palabra resonaba en mi cabeza una y otra vez, mi conciencia parecía no querer parar de recordarme mi desdicha. No , no, no, esto está mal, esto está muy mal. ¿Era posible que proveniente de una familia de magos podría yo ser la desafortunada que había nacido sin magia? Me niego a aceptarlo.

—Deja de pegar tu mirada a la ventana, solo con avisarte que te quedarás ciega por tanto sol.
Bufé molesta y despegue mi cara del vidrio, arrastre la silla recibiendo una mirada impaciente de mi hermana mayor, quien preparaba el desayuno, me ganaba por dos años y solo por eso ya creía ser más madura que yo, ridícula, tome asiento de mala gana cruzada de brazos.

—Deberías ser más paciente June, todavía queda dos semanas antes de que inicie el curso.

—Cómo tú ya estás adentro no tienes nada de que quejarte Ada—mencione despectiva.

—Me encanta el humor que ahí en el ambiente desde la mañana—una voz irrumpió en la cocina con una gran sonrisa en el rostro, agitando su cabellera cual príncipe, nuestro hermano de quince años, Hunter, sin mencionar que el también era mago para colmo—. ¿Donde están mamá y papá?

—Salieron—aviso mi hermana—. Siéntate que el desayuno está listo.

—¿Tú lo cocinaste?—preguntó mi hermano con una mueca, ella solo asintió—. Bien entonces iré por el teléfono.

—¿Para qué?

—Pediré pizza, da—salió de la cocina sin decir más, mi hermana dejó el plato frente a mi, el cual no se veía muy apetitoso, eran unos hot cakes requemados que me dieron pavor, a lo mejor y lo mordía y me quedaba sin dientes (estoy segura de que así nadie se fijaría en mi), al lado de estos un huevo estrellado que se había roto dejando que la yema se expandiera hasta llegar a los círculos de roca.

—Yo....también esperaré la pizza—hice una mueca de asco y salí de la cocina tan rápido como lo dije, no quería que mi hermana me reprendiera. Su grito llamándome me indicó que había hecho bien.

Me dirigí al cuarto de mi hermano, abrí la puerta de su habitación y en ese momento el finalizaba la llamada, dejando el artefacto electrónico sobre su buró.
—¿Un completo desastre?

—Ni siquiera la probe, la amo y te consta pero el arte culinario no es para ella definitivamente—asintió de acuerdo conmigo, estaba sentado en la silla de su escritorio, dando vueltas al mismo tiempo que se sostenía de la base acolchonada, me dirigí a su cama para recostarme a esperar, no es como si le importara—. ¿Cuánto tardará?

La relación que tengo con Hunter siempre a sido cariñosa, cálida, más de la que tengo con Ada. Mi hermano mayor es el claro ejemplo del empeño bien logrado, siendo de los mejores en su año, agregando que tanto en intelecto como en atractivo.

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